Vitoria, la ciudad más videovigilada de Euskadi

Vitoria

Vitoria es, por mucho, el Ayuntamiento vasco más videovigilado. Hay 600 cámaras de seguridad ciudadana instaladas en carreteras o el casco urbano, pero también en autobuses, escaleras mecánicas o bibliotecas, lugares sin aparente peligro, donde el Ararteko cree que se podría optar por "alternativas menos intrusivas o lesivas para la intimidad" y amparadas por la normativa de protección de datos. Al defensor del pueblo vasco le preocupan especialmente las cámaras móviles en los uniformes de la Policía municipal, para las que reclama un control más estricto y exhaustivo.

Según la información remitida al Ararteko para la elaboración del informe "videovigilancia por seguridad ciudadana en el ámbito público de Euskadi", el Ayuntamiento de Vitoria dispone de 600 videocámaras fijas y móviles con fines de seguridad ciudadana. En el informe, el Ararteko se extraña de que ese elevado número, el mayor entre los ayuntamientos de Euskadi, no tenga relación con el nivel de delincuencia ni el volumen de población. Así, Vitoria tenía en 2022 una tasa de 41,09 delitos por cada 1.000 habitantes y 600 cámaras de seguridad ciudadana, mientras Barakaldo, por comparar, con una tasa de 53,58, dispone de 30 cámaras. En cuanto a la población, Bilbao solo cuenta con 265 cámaras de seguridad ciudadana, menos de la mitad que Vitoria, cuando le supera en número de población empadronada.

El Ayuntamiento de Vitoria detalla que dispone de videocámaras de seguridad ciudadana en instalaciones comunes como oficinas, recintos deportivos, edificios culturales, carreteras, casco urbano, escaleras mecánicas, transporte urbano, bibliotecas, piscinas, y lugares interiores como ascensores, pasillos, salas o despachos, además de cámaras de regulación de tráfico en cascos urbanos que captan matrículas. El Ararteko pone de relieve que, en muchos casos, se trata de lugares "en los que no parece existir un razonable riesgo para la seguridad ciudadana" y cree "oportuno modular la captación de imágenes por razón del lugar, tiempo de observación y ampararla en la normativa de protección de datos, con fines de preservar la seguridad de instalaciones, bienes y personas como alternativa que respete la intimidad y los datos personales de toda la ciudadanía". El Ararteko plantea como alternativa "medios menos lesivos o intrusivos para la intimidad".

Otras de las casuísticas que recoge el informe del Ararteko y que preocupa a la institución es que la evolución tecnológica de los sistemas de videovigilancia y su despliegue y uso "no parece encontrar un correcto acomodo en la normativa actual". Así, la legislación actual no define el concepto y los posibles usos de los dispositivos móviles como drones, báculos o cámaras en uniformes de agentes. Este último caso, el de las videocámaras en los uniformes de los agentes es un recurso utilizado por las policías locales de Vitoria, Basauri y Ermua, además de la Ertzaintza. El Ararteko estima que esas cámaras móviles requerirían "un control más estricto y exhaustivo que encaje en supuestos de peligro concreto y evaluable para la seguridad ciudadana".