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Los arrantzales vascos no podrán pescar txitxarro en febrero ni en diciembre de este año

Los arrantzales afectados están preocupados por saber cuándo cobrarán las ayudas porque todavía están esperando las prometidas en 2023

Miren Garmendia, directora de la Organización de Productores de Pesca de Bajura de Gipuzkoa

Bilbao

Nuevo varapalo para los arrantzales. Tras la veda decretada por Francia para proteger a los delfines, el Ministerio de Pesca ha prohibido la pesca del txitxarro en el Golfo de Bizkaia durante dos meses este año, una prohibición que se aplicará en los meses de febrero y diciembre.

En este caso, la flota de bajura es la más afectada. En concreto, y a la espera de que el próximo lunes se haga oficial la lista de barcos que deberán quedar amarrados en el puerto, la medida afecta a cuatro embarcaciones vascas, dos gipuzkoanas y dos bizkainas.

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El BOE publicaba ayer la orden para hacer efectiva esta orden del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de cerrar para dos meses la pesquería del txitxarro en el Golfo de Bizkaia. La decisión responde «al objetivo de mejorar la situación de las población de txitxarro en los que conforme a la normativa de la UE se fija un total admisible de capturas cero y se prohíbe el acceso a esa zona durante dos meses, a elegir entre enero, febrero y diciembre, a los buques de cerco y artes menores que tengan una dependencia de las capturas de esta especie".

Teniendo en cuenta las fechas en las que estamos de finales de enero, la medida se aplicará en los meses de febrero y diciembre, tal y como han acordado las cofradías en una reunión telemática mantenida esta mañana con la Secretaría de Pesca.

Las ayudas no llegan

El pasado año 2023 también se estableció una parada de dos meses en la pesca del txitxarro para ayudar a recuperar a esta especie que sufre una situación delicada, pero el año pasado los barcos afectados se adherían a la veda de forma voluntaria, algo que no ha ocurrido este año a pesar de los requerimientos por parte de las diferentes cofradías del Cantábrico.

De estas formas los barcos que se dedican más específicamente a la captura del txitxarro y cuya pesca supone en torno al 20% de sus ingresos, deberán quedar atracados en puerto. Una parada que será compensada con ayudas por parte del Ministerio, aunque los arrantzales se muestran preocupados por cuándo cobrarán esas ayudas.

De hecho, tal y como señala la directora de la Organización de Productores de Pesca de Bajura de Gipuzkoa, Miren Garmendia, los barcos que pararon en la veda voluntaria del año pasado todavía están esperando las ayudas prometidas. Además Garmendia señala que estas ayudas, las mismas que se dan por cualquier tipo de parada, no sirven para compensar los ingresos perdidos por la veda.

En la práctica, la medida supone que las tripulaciones afectadas deberán pasar esos dos meses sin ingresos, ya que los arrantzales no podrán percibir la prestación por desempleo si desean recibir las ayudas.

Un intento por recuperar la especie

Desde el Ministerio de Pesca, la medida se explica por la necesidad de recuperar una especie que está en claro declive en los últimos años. Estas paradas contribuirán a la recuperación significativa de las poblaciones de jurel, como constata el informe del Instituto Español de Oceanografía.

Además, la decisión de concentrar las paradas de la flota en los meses de invierno refuerza el efecto positivo de esta medida, ya que evita la mortalidad por pesca en ejemplares pequeños y permite que un mayor número de peces pueda llegar a la etapa de maduración.