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Las familias de la educación concertada se manifiestan "indignadas, hartas y arqueadas"

Este sábado se manifiestan porque no pueden más

Bilbao

"Indignadas, cabreadas, arqueadas. Así estamos las familias de sus centros, así estamos nosotras las madres y padres, imagínense como están nuestras hijas y nuestros hijos con este conflicto eterno al que no ponen solución. Sabemos que ustedes hoy [en referencia a este viernes] han llevado a la mesa una propuesta, pero no ha servido de nada, seguimos con 5 días más de huelga. Nuestras hijas e hijos siguen viendo vulnerado su derecho a la educación, sigue estando en peligro su futuro".

Con este párrafo, la plataforma Ampas Unidas comenzaba los escritos remitidos en la tarde de este viernes a los sindicatos de la educación concertada de iniciativa social, a la patronal Kristau Eskolak y al Gobierno Vasco. La reunión celebrada esa mañana en el seno del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) terminó sin acuerdos. ya son 13 días de huelgas en lo que va de curso y cinco más que se prevén, por el momento, para febrero. La tarde del sábado se manifiestan porque no pueden más.

En una entrevista en 'Hora 14 Euskadi' de la SER, la portavoz de estas familias, Izaskun Fernández, avisa de que "se ha llegado un punto insostenible para los críos y su educación. Se están vulnerando sus derechos". Especialmente preocupante es la situación del alunado de 2º de bachiller. "Desde diciembre, no han tenido una semana de cinco días lectivos con normalidad. Están desesperados de cada a la EvAU", lamenta.

Esta representante de las ampas deja claro que entiende la reivindicación del profesorado, pero matiza: "Los trabajadores tienen derecho a la huelga como tal, pero ahora no están pensando en los alumnos. Al final los que tienen que aceptar son ellos, pero siempre hemos dicho que la patronal y el Gobierno tienen que poner de su parte".

El sindicato ELA tiene la mayoría en los colegios de iniciativa social. En 2019, fueron quienes firmaron la renovación del convenio y, ahora, en situación similar están, sostienen Fernández: "Estamos garrados a ellos. Es cosa de sindicatos y ellos tendrán que aceptar". Las familias temen que esto se repita cada cuatro años porque las condiciones renovadas tienen una vigencia de tres años. "Que se sienten, negocien y firmen. Ojalá mejoren sus condiciones laborales, pero no a costa de nuestros críos", sentencia.

Gonzalo Loza

Periodista de Radio Bilbao. Informa sobre lo...