Emilia Málaga (Presidenta del CRL): "Los salarios están recuperando parte del poder adquisitivo perdido pero queda una senda por recorrer, claramente"

Bilbao

En su primera entrevista desde que asumió el cargo a finales del año pasado, la presidenta del Consejo vasco de relaciones laborales Emilia Málaga, afirma en Cadena SER Euskadi que la negociación colectiva en 2023 ha sido "objetivamente positiva" ya que el año ha terminado con el mayor porcentaje de trabajadores vascos con convenios vigentes de la última década y con el menor número de convenios decaídos. Señala que la mejora es de 19 puntos respecto a 2022, aunque aún quedan 30.000 trabajadores que no han recuperado su convenio y que no tienen uno de ámbito superior que les ampare.

Para este año espera que la negociación colectiva siga por el mismo camino, aunque no se puede estar del todo seguro porque "en los últimos años hemos visto cisnes negros como para llenar una piscina, según ha dicho. En todo caso la actividad negociadora en la sede del CRL es "altísima".

Los trabajadores vascos recuperaron poder adquisitivo el año pasado, ya que los salarios subieron más que el IPC, pero aún no se ha recuperado todo lo perdido en la última década. Señala que desde 2014 el IPC ha subido un 21 % y los salarios un 20 % por lo que si bien se ha recuperado la senda del crecimiento aún queda camino por recorrer "claramente".

En cuanto a la reforma laboral, "nadie cuestiona que ha sido positiva", en su opinión. Málaga señala que tras su aprobación provocó un vuelco en la contratación porque había muchos cambios que hacer. No cree que esté agotada pero si que "ya ha aterrizado" por lo que vaticina que ahora vamos a ver menos movimientos en las modalidades de contratación. Para conocer su efecto sobre la relaciones laborales o la calidad en el empleo "aun es pronto". Hay que darle más tiempo.

Respecto al alto número de huelgas que se producen en Euskadi reconoce que la conflictividad laboral es tradicionalmente más alta que en el resto del Estado, pero con los datos de que dispone hasta octubre, el año pasado bajó, tanto en lo que se refiere al número de huelgas como al de trabajadores afectados, lo que es coherente con la evolución de la negociación colectiva y con el hecho de que se firmaron convenios como los del metal que afectan a muchos trabajadores.

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