Conocemos a Eki, la perra ecodetectora que trabaja en saber qué tipos y cuantos lobos tenemos en Álava
Hablamos con el guarda forestal de la Diputación Foral de Álava, Alberto Tirado, encargado de guiar y trabajar con Eki en las labores de detección de cadáveres de animales y heces de lobo
Eki, la perra ecodetectora
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Vitoria-Gasteiz
Desde el pasado mes de junio la Diputación Foral de Álava cuenta con una nueva colaboradora canina, Eki cedida por la ONG Odor Naturae,, para la detección de cadáveres de animales y luchar contra los envenenamientos, pero también tienen como objetivo la detección del lobo en Álava. Para ello, Alberto Tirado, su guía y guarda forestal de la Diputación Foral de Álava nos ha contado que trabajan con dos objetivos fundamentales, "para lo que utilizamos excremento de lobo, con el sentido de la detección temprana de este gran depredador, para hacer posteriormente un análisis genético e identificar los ejemplares, para saber cuantos, qué y dónde los tenemos y así anticiparnos a los daños que puedan provocar y tomar medidas preventivas".
A este respecto, otro de los puntos importantes en lo que están trabajando de la mano Alberto Tirado y Iosu Méndez, del centro de adiestramiento canino BeloAran de Pamplona, es saber si realmente "el olor diana que está detectando Eki pertenece al lobo y no otros excrementos como pueden ser de perro, por lo que se ha decidido traer estos excrementos de Cantabria, que sabemos que realmente pertenecen al lobo y están contrastados", ha indicado Tirado.
Mientras, en el caso de los cadáveres de animales se utilizan varios tipos de olores en diferentes estados de descomposición. Situación diferente a la que se hace en otras comunidades autónomas como Cataluña, donde se tiene una unidad canina propia orientada a la detección diferenciadas de cadáveres o envenenamientos, pero "en nuestro caso creemos que es más práctico que busque cadáveres de animales, y a su vez esto nos va a servir para poder detectar animales envenenados, tiroteados o electrocutados, que suponen posibles delitos contra el medio ambiente", ha indicado el guarda forestal de la Diputación Foral de Álava encargado de guiar a Eki, como paso previo a la entrega de estos cadáveres a las autoridades pertinentes que investiguen lo ocurrido y se pueda gestionar de la mejor manera posible.
Recordemos que los perros tienen 100.000 veces más precisión para detectar olores que las personas, ya que tienen hasta 300 millones de células olfativas frente a los cinco millones de los seres humanos, por lo "el abanico de posibilidades en el que trabajar es inmenso, desde determinar el origen de un incendio y la causa, localizar cadáveres de animales, luchar contra el furtivismo y el envenenamiento o localizar radiotransmisores en especies en peligro de extinción como el Águila de Bonelli", explica Tirado.
Álava pionera en el territorio
Álava se ha convertido en pionero, siendo el primer territorio del País Vasco que va a contar con este apoyo canino, "que ya ha demostrado en muchos países de Europa que es una herramienta formidable con la que trabajar y los resultados son espectaculares", ha indicado Alberto Tirado.
Eki es una pastora belga malinois, que este próximo domingo va a cumplir un año, y su guía Tirado la describe como "una perra eléctrica, muy nerviosa y que no puede estar quieta demasiado tiempo, por lo que necesita una actividad física y mental constante, con la que estamos poniendo el foco en la obediencia y que no se distraiga".
Aún es una perra muy joven y que tiene mucho trabajo por hacer antes de comenzar sus labores de detección como perra operativa. Por lo que su 'pareja', Alberto Tirado, guarda forestal de la Diputación Foral de Álava, indica que "esperamos que esté preparada dentro de un año".