¿De qué hablamos cuando hablamos de la burocracia de la PAC?
"Hay que pensar que hay gente mayor", dice Ruiz de Azua, ganadero alavés, sobre el aumento del papeleo y la digitalización de los trámites que cargan, sobre todo, a las explotaciones pequeñas
El día a día de la burocracia de la PAC
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Vitoria-Gasteiz
Aligerar la burocracia de la PAC es una de las reivindicaciones que los agricultores y ganaderos han puesto sobre la mesa en sus recientes movilizaciones. Pero, ¿en qué consiste eso que se llama burocracia de la PAC? Lo hemos hablado con Ismael Ruiz de Azua, ganadero de Maturana, en Álava.
Una de las tareas a la que obliga la PAC es a sacar fotos de las fincas a través de una aplicación que las geolocaliza para que luego puedan ser comparadas con las imágenes que las autoridades toman a través de satélites. "Hay que pensar que hay gente mayor, ahora diles que pongan un programa, que vayan a hacer fotos a las fincas desde varios sitios, guárdalo bien para que no se te borre, esto nos parece injusto".
Para la PAC también hay que rellenar todos los cultivos que se plantan. Cuando es trigo o cereal resulta sencillo, pero sí se usan mezclas que luego sirvan para forraje (por ejemplo, de leguminosas con gramíneas), la cosa se complica. "Fíjate que llevo haciéndolo años, pero hay mezclas que no están contempladas y... ¿cómo lo voy a poner luego en la PAC?".
"Nosotros no tenemos un administrativo"
Otra de los requisitos es rellenar un cuaderno de campo donde se apunta todo lo que se labra, siembre, en qué fechas, con qué maquinaria... Es algo que se va a apuntando en un cuaderno y después se rellena oficialmente, "se pasa a limpio". Pero las autoridades han planteado que en el futuro se tengan apenas 3 días de margen, dice Ruiz de Azua, para dejar constancia digitalmente de todos esos datos. "Pero nosotros no tenemos un administrativo en nuestra explotación, no somos una empresa que tiene departamentos para hacer las diferentes cosas", denuncia.
Hay más papeleo que se ha acrecentado y que tiene que ver con las visitas de los veterinarios, dice Ruiz de Azua, o con las guías que hay que hacer cuando se mueve de lugar al ganado.
"Y si nos equivocamos, al año siguiente te llega una inspección", dice.