Arranca el proyecto Uramuga en las instalaciones de la Mancomunidad de Servicios de Txingudi en Hondarribia
La gerente de la entidad pública, Leire Zubitur, aborda los detalles del proyecto transfronterizo, centrado en la mejora de la gestión sostenible de los ciclos del agua, en Hoy por Hoy Irun
Entrevista a Leire Zubitur, Gerente de Txinzer en Hoy por Hoy Irun
Irun
El agua no entiende de fronteras, un aspecto por el cual la gestión en zonas transfronterizas se debe abordar con un enfoque internacional y adoptando medidas de manera conjunta que ofrezcan soluciones más efectivas. Uramuga es el proyecto que atiende estas cuestiones y que inicia su labor desde las instalaciones de Servicios de Txingudi en Atalarreka, Hondarribia. Un proyecto relacionado directamente con el ciclo del agua en las cuencas de los ríos Bidasoa, La Nivell y La Niev, y que en Hoy por Hoy hemos querido conocer más sobre él de la mano de Leire Zubitur, gerente de Txinzer.
Leire explica que Uramuga es un proyecto transfronterizo de Navarra Euskadi y nueva Aquitania y que tiene como objetivo la mejora de la gestión del ciclo integral del agua en estas zonas. Así, el proyecto presenta tres líneas de actuación centradas en: mejorar la gobernanza y la gestión compartida del ciclo del agua; mejorar los sistemas de saneamiento compartidos; y asegurar el abastecimiento de agua en el territorio transfronterizo, mejorando las redes actuales y estudiando nuevas posibilidades de abastecimiento a posibles interconexiones.
En relación a las problemáticas que el proyecto pretende solventar en cada territorio, Zubitur afirma que la búsqueda de nuevas redes de abastecimiento y la reducción de la intrusión de agua amarina en los colectores, son las principales preocupaciones en el lado francés y en Servicios de Txingudi respectivamente. "Lo que pretendemos es buscar la forma de minimizar la entrada de agua marina y rehabilitar nuestro colector principal, para que así no inhiba el tratamiento de la depuradoras de las aguas residuales de todos los ciudadanos de Irún y Hondarribia", añade la gerente.
Obras carentes de afecciones
Los trabajos relacionados con este proyecto se ejecutarán en su totalidad en un plazo de tres años, mientras que las obras relativas al área de trabajo de Txinzer esperan que se efectúen en dos años. Este plazo es fruto de la rehabilitación aproximada de 1.730 metros lineales del interceptor general que bordea el río Bidasoa, empezando por Behobia hasta llegar al puerto deportivo de Hondarribia, lugar de la última estación de bombeo cuya conducción sube hasta la depuradora.
Una obra que presenta unas ventajas tecnológicas que permitirán realizar los trabajos "sin tener que abrir zanjas de cuatro y cinco metros, generando molestias a la ciudadanía", según explica Leire. Todo ello, por medio de unas mangas y un encamisado introducidas en el interior de las tuberías.
"La técnica consiste en insertar dentro de las tuberías un tubo flexible, de matriz fibrosa, impregnado con una resina termoendurecible y una vez que le damos calor a esa tubería flexible, se pega a la pared interior del colector existente de tal forma que, una vez que cure esa esa tubería flexible, actuaría como una tubería nueva", detalla Zubitur.
Cabe destacar que para la realización de este proyecto, su presupuesto asciende a un total de 3,6 millones de euros y cuenta con una subvención del 65% de la Unión Europea. Por su parte, Servicios de Txingudi ejecutará para estos trabajos un importe cercano a los 900.000 euros, de los que 650.000 provienen de esas ayudas europeas.
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