Hasta 30 grados de temperatura en el área de partos del Hospital de Basurto
Las trabajadoras y trabajadores del área se han manifestado ante la respuesta recibida por Osakidetza
Trabajadoras y trabajadores del área de partos y ginecología del hospital de Basurto se han manifestado para quejarse de las altas temperaturas a las que se enfrentan en sus jornadas laborales. Medidos con termómetros que traen de casa, el pasado 3 de marzo marcaban hasta 30 grados a las ocho de la mañana y lo normal es que las temperaturas ronden los 27. Sin embargo, esta es una situación a la que se enfrenta la plantilla del área desde antes de 2016, aunque fue ese año en el que presentaron la primera queja ante Salud Laboral.
La respuesta que da Osakidetza no contenta a la plantilla. La portavoz de las matronas, cuenta que "de momento de no está entre los planes hacer una obra de remodelación, no debe de ser una prioridad de Osakidetza". Ni siquiera el incendio en el hospital, precisamente en esta área, el pasado 26 de marzo hizo que se aprovechara la ocasión para hacer una remodelación más grande: "Se ha pintado la habitación y ya". Lo que sí ha hecho el ente público ha sido proveer al edificio con ventiladores de pie.
Esterilidad del aire
Estos ventiladores, sin embargo, no pueden utilizarse en todas partes puesto que, por ejemplo en el caso de los quirófanos, no garantizan la esterilidad del aire. Como consecuencia, se abren ventanas y se buscan corrientes y, así, "hace poco una paciente descansaba con un abejorro a su alrededor, incluso entró una paloma". Ahora la propuesta es conectar deshumidificadores gracias a los que se podría reducir la sensación térmica, pero "no es suficiente" para las personas que trabajan en este hospital.
"El verano pasado tuvimos 40 grados en la calle, era imposible trabajar", dice la matrona. Y era imposible porque, según cuenta, se dificulta su trabajo. Aplicar la epidural, apósitos o vías se vuelve más difícil por la sudoración. Además, "supone mucho estrés" dar pecho a un recién nacido con calor, ya que el contacto genera más calor. "Las parejas suelen abanicar" según la trabajadora, aunque "no es un recuerdo muy bonito que llevarse". Además, las cunas de calor, que mantienen a ciertos bebés recién nacidos que lo necesitan a 28 grados, se apagan a menudo porque la temperatura en los espacios del edificio es igual o superior a la que hay dentro de las cunas.
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