Segundo intento de desalojo de la casa torre de Otxandategi, en Berango

El desalojo de la casa torre abandonada Otxandategi, en Berango, ocupada por Otxantegi Herri Lurra, una agrupación comunitaria que trabaja las tierras de la finca, se verá aplazado por segunda vez debido a la falta de medios que alegó el pasado jueves la Ertzaintza. Alrededor de 50 personas se han juntado en el terreno para hacer frente al dispositivo policial de forma "pacífica", su intención era hacer una sentada en la entrada del edificio. Al mismo tiempo, el acceso a la finca ha quedado bloqueado con fardos de paja, una zanja, un bidón de agua de mil litros y un trípode de troncos del que se encontraba colgado uno de los activistas.

El primer intento de desalojo tuvo lugar el pasado 24 de noviembre, cuando la Ertzaintza se personó en el lugar con la comitiva judicial dispuesta a llevar a término la operación. Fue allí, en el momento, donde los policías concluyeron no ser suficientes para hacer frente a la desocupación. Esta vez, el cuerpo policial vasco remitió el pasado jueves un escrito al respectivo juzgado, que llegó el lunes, en el que informaba de la falta de medios. Así, no ha sido hasta la mañana de este jueves que se ha cancelado el dispositivo de desalojo.

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Un proyecto comunitario de agroecología

Desde el inicio del trámite judicial, la propiedad de la finca ha alegado ante el juzgado que en la finca vive una persona. Es de ahí de donde surge la motivación judicial que concluyó que el terreno se debía desocupar. A pesar de los recursos presentados por Iñaki Carro, abogado al cargo del caso en defensa de la plataforma Herri Lurra, en los que argumentaba que no vivía nadie en la casa torre, el proceso continuó adelante. Hasta hoy, en el lugar la agrupación ha trabajado un huerto y ha tenido gallinas. Por contra, los planes del ayuntamiento son construir hasta 2.300 viviendas en edificios colectivos. Sin embargo, los activistas consideran que esa construcción no responde a la necesidad de asegurar el derecho a la vivienda de las vecinas del municipio, sino que son "sus negocios a nuestra costa".