La Unidad de Desactivación de Explosivos de la Ertzaintza atiende "unas 1.000 incidencias al año"
Hablamos de la UDE, una unidad que en sus inicios hizo frente a los años más duros de ETA, y que ahora, en otro contexto, atiende cuestiones que versan desde la desactivación de explosivos de guerras pasadas hasta grandes eventos multitudinarios, algo que hemos analizado en 'Hora 14 Euskadi'
La Unidad de Desactivación de Explosivos de la Ertzaintza atiende "unas 1.000 incidencias al año"
Lejos de lo que pueda parecer por el contexto pacífico en el que se encuentra nuestra comunidad, la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Ertzaintza (UDE) recibe casi tres llamadas al día. Este cuerpo altamente especializado se encarga de gestionar y neutralizar situaciones relacionadas con explosivos en el País Vasco, y está conformado por expertos en desactivación de bombas y análisis forense. Su principal objetivo es garantizar la seguridad pública.
Sin embargo, los tiempos han cambiado y ahora no enfrentan las mismas demandas que en 1987, cuando se conformó en medio del conflicto con ETA.
Los inicios de la unidad
La Unidad de Explosivos de la Ertzaintza fue establecida para abordar la amenaza de explosivos en el País Vasco. Desde su creación, ha liderado en técnicas de desactivación y análisis de artefactos explosivos.
"La unidad se conformó en el año 1987 y tuvo unos inicios un tanto complicados y convulsos. El primer jefe de la unidad de desactivación fue asesinado en un atentado de ETA. El arranque más enérgico se produjo a partir de los años 90, cuando la Ertzaintza comenzó a desplegarse por las capitales, haciéndose cargo de los incidentes protagonizados por ETA", nos dice Txema Fernández, subjefe de la unidad.
La unidad en la actualidad
La Unidad de Explosivos de la Ertzaintza sigue siendo una parte vital para nuestra seguridad.
"Al principio nos encargábamos de hacer frente a la violencia de ETA y ahora los casos que más notoriedad nos pueden dar son la desactivación de artefactos de la Guerra Civil, así como búsquedas preventivas en cualquier acto que pueda tener cierta trascendencia, como el Tour de Francia el año pasado o la Gabarra hace pocas semanas. Actuamos días antes con el objetivo de asegurar la zona", comenta el subjefe de la unidad.A esto añade José Fernández, jefe del Área Técnica, quien afirma que "tras el adiós de ETA ya no nos encargamos de una tarea concreta. Esa forma de trabajar, ahora, nos ha aportado un desarrollo formativo que podemos aplicar a otros campos de estudio, como puede ser el Yihadismo. En cualquier caso, no es lo mismo trabajar contra un yihadista que contra una mochila en un cajero. Son maneras distintas de cometer atentados".
Una continúa formación
La participación en la Unidad de Explosivos de la Ertzaintza exige una formación rigurosa y especializada. Los miembros de esta unidad pasan por programas intensivos de capacitación que abarcan desde técnicas de desactivación de bombas hasta análisis forense de explosivos. "Esta formación ocupa gran parte de nuestro tiempo, alrededor del 30% al 40%. Exigimos a nuestros especialistas y operarios una formación exhaustiva debido a la importancia de la actividad que realizamos", señala el jefe del Área Técnica.