"Hemos roto barreras y ahora somos libres": la cumbre del Aconcagua que emancipó a las 'Cholitas'

Bilbao

Son un grupo de mujeres de Bolivia, pertenecientes al pueblo aymara, que ha convertido la escalada en su herramienta de emancipación. En el país andino, el término chola hace referencia a las mujeres indígenas. Y por eso ellas escogieron llamarse 'Cholitas', cuando en 2015 se lanzaron a la conquista del Huayna Potosí (6.088 metros), una de las montañas más emblemáticas de Bolivia. Fue la primera cumbre de un recorrido vital, de empoderamiento, liberación y sororidad.

"Antes, las mujeres indígenas estábamos muy discriminadas. Ahora, desde que hemos formado el grupo de mujeres 'Cholitas escaladoras', hemos roto varias barreras. Estamos libres de todo y podemos ir a escalar a las montañas y expresar lo que nosotras queramos, sin estar sometidas a los maridos", nos cuenta Cecilia Llusco.

La conquista del Aconcagua

Ella, junto a otras 'Cholitas', está de gira por varias ciudades españolas presentando el documental con el mismo nombre. En él, seguimos al grupo, formado por cinco mujeres, en su camino a la conquista del Aconcagua, la montaña más alta de América (6.960 metros). Dirigido por Jaime Murciego y Pablo Iraburu, el documental consiguió en su estreno, en el Festival Internacional de Cine de Montaña BBK Mendi Film Bilbao-Bizkaia, alzarse el premio del jurado.

En 'Cholitas' seguimos su ascenso a la montaña y, a la vez, el viaje de todas y cada una de ellas hacia la libertad. Antes, cuando hollar cimas era solo un sueño para ellas, formaban parte de las expediciones como meras acompañantes de sus maridos y los turistas que les contrataban para portear el equipaje de la expedición, cocinar y esperar en el campamento a su retorno.

"Ahora mi marido cuida a nuestros hijos"

"Ha cambiado un poquito nuestra vida. Antes nos quedábamos en casa, cuidando de nuestros hijos. Ahora podemos salir fuera del país, estamos en Europa representando al resto, y también vamos a escalar otras montañas", relata Cecilia. "Yo tengo dos hijos, y ahora le digo a mi marido que me tengo que ir de viaje y que él se tiene que quedar cuidando de los hijos y trabajando. Yo me voy muy feliz y siempre le doy las gracias por apoyarme. La vida nos ha cambiado", continúa.

En el documental se aprecia, además, la especial conexión que este pueblo tiene con la montaña. Ellas, enfundadas en sus trajes tradicionales, lejos del equipaje deportivo que acostumbramos a ver en otros y escaladores, resaltan el respeto hacia el entorno en el que se mueven. "Hace mucho tiempo, nuestras abuelas nos decían que siempre hay que tener respeto a la montaña, a la madre tierra. Nosotros siempre pedimos permiso para ascender una montaña", recalca Elena Quispe.