Sociedad

Halcones en Sopela:"Nos estamos volviendo absolutamente estúpidos con el dichoso síndrome Bambi"

Los halcones buscan alimento y tranquilidad, afirma Iñigo Zuberogoitia, biólogo y experto medioambiental

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Bilbao

El experto en medio ambiente y estudioso de los halcones peregrinos Iñigo Zuberogoitia acaba de hacer un llamamiento para que dejemos tranquilos a los halcones que se han acomodado en Sopela. "Lo preocupante es la reacción de la gente. Su comportamiento fruto de la ignorancia. Es un problema cada vez más acuciante", ha manifestado en declaraciones a Radio Bilbao.

El halcón, de nombre BeA, tiene dos pollos en el nido, y estas últimas semanas lo están pasando mal por las lluvias y por no existir flujo de migración de aves , por lo que los halcones de costa, como esta pareja, no tienen su fuente de alimentación habitual. Por tanto BeA, que es un macho experimentado, recurre a zonas urbanas cerca de los acantilados donde está criando, para conseguir palomas, tórtolas turcas, mirlos, lo que pilla.

Esta ave cazó hace unos días una paloma que cayó al suelo en terreno ajardinado. BeA bajó a por ella. Y según sigue narrando Zuberogoitia en su Facebook, a este tipo de aves les cuesta mucho levantar palomas de cierto porte, por lo que lo más habitual es que las desplume y las coma parcialmente para poder llevarlas al nido.

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Y aquí aparece el ser humano, con sus ganas de fotografiarlo todo, y cuanto más cerca mejor. "BeA está desesperado, pues hay poca comida y debe llevar alimento a los pollos, por lo que aguanta mucho la proximidad de la gente", apunta el biólogo. La gente se arremolinaba alrededor de este halcón, y cada uno con una teoría distinta sobre la presencia del ave. Y claro, BeA, llegó a cansarse y salió asustado trepando a unos setos, logrando escapar de los humanos, pero sin su presa.

Este experto medioambiental concluye. "Disfrutemos, respetemos y enseñemos el valor de la fauna que nos rodea, y si no conocemos, no controlamos, o no dominamos la situación, lo mejor es mantenernos al margen".

 
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