Altuna III agranda su leyenda sumando su tercera txapela del Manomanista: "Es algo muy grande, pero no te puedes dormir"

Bilbao

Durante la semana previa a la gran final de la temporada de mano, los dos protagonistas tenían claro que el saque sería determinante este domingo en el Bizkaia. Y ninguno se equivocaba. Para Unai Laso fue el primero, determinado por el sorteo inicial, donde la txapa cayó del lado azul. Para él fue el primer tanto de la final, lo sumó tras un fallo de Altuna con la derecha. Pero, a partir de ahí, el de Amezketa se los llevó todos. Y también el partido. Y la txapela, tercera del Manomanista en su palmarés.

Consiguió Jokin igualar a uno el partido y arrebatarle a Unai el saque. El rumbo cambió de manera radical, como nadie esperaba tras un campeonato estelar del navarro. Altuna, con menos trabajo del esperado, consiguió sumar una increíble tacada de 19 tantos. Desesperado e incómodo con la zurda tras golpearse con la pared izquierda, Laso se mostró incapaz de reaccionar. Altuna sumaba tantos de saque, rematando de gancho, en el txoko e incluso alguno fruto de un intenso, aunque breve, peloteo.

Intento de reacción

No existió en ningún momento la final. Altuna llegó en un abrir y cerrar de ojos al 22-5, un resultado que en absoluto refleja lo que uno y otro son capaces de ofrecer sobre la cancha. En la época reciente solo la txapela de Barriola en 2003, cuando ganó en la final a Rubén Beloki por 22-3, dejó un resultado de tal calibre. Y quizá cuando lo vio perdido es cuando Laso amagó con reaccionar. Pero era demasiado tarde.

Consiguió sumar algunos tantos para maquillar mínimamente el marcador final y, sobre todo, enseñar algún resquicio de su juego. Alejó a Altuna del frontis y sumó un tanto de saque (22-3) y firmó un bonito remate al ancho (21-5). Pero en el siguiente tanto un pelotazo cogió demasiada altura y rozó la lona de la pared izquierda para hacer a Altuna campeón otra vez.

Altuna, de menos a más

Jokin Altuna tenía en su memoria grabada la derrota ante Laso en la liguilla de semifinales, donde fue derrotado por el navarro por 22-7. "Yo sabía que, si le ponía a trabajar desde el principio, a él le iba a costar. En los anteriores partidos ha empezado ganando muy fácil", ha reconocido el gipuzkoano. "A veces los campeonatos son así, empiezas justo y, si vas salvando los partidos, te da confianza. A mí también me ha pasado eso de ganar varios partidos con solvencia y sentirme bien, pero eso no significa que vayas a salir campeón", ha añadido.

Con esta victoria, Altuna suma su tercera txapela del Manomanista, tras las logradas en 2018 y 2021. Además tiene cuatro del Cuatro y Medio y una más del Parejas. Cierra una temporada casi perfecta, en la que ha ganado en el acotado y a toda la cancha y ha sido subcampeón del Parejas. "Lo ves así y parece que todo ha sido bonito y fácil, pero no ha sido fácil. La pelota es así. Este año más de uno me decía que podía salirme al revés. He tenido problemas y ahí he decidido siempre intentarlo. Y lo he conseguido. Me voy a casa muy contento, ha sido una temporada muy buena y ahora toca descansar", ha confesado.