Bartolomé Jiménez: "Ahora hay más antigitanismo que hace 40 años"
La asociación 'Gao Lacho Dron", que aglutina a la comunidad gitana en Álava, cumple cuatro décadas persiguiendo la igualdad
¿Cómo andamos de antigitanismo en Vitoria?
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"El gitano sigue siendo el más rechazado socialmente". Tajante nos habla Rosa Romero, trabajadora de Gao Lacho Dron, sobre la situación de las personas de etnia gitana en nuestro territorio. De hecho, desde la asociación Gao Lacho Dron, que reúne a personas de étnia gitana en Álava, consideran que ahora hay más rechazo que hace 40 años, cuando se fundó la asociación. "Hace 40 años yo vivía en la calle Chiquita y en el Casco Viejo había muchos gitanos y no había ningún problema de convivencia", señala Bartolomé Jiménez, presidente de la Asociación Gao Lacho Dron, y que llegó a nuestra ciudad en los años 50, con 10 años. "Entonces se viajaba en carro de pueblo en pueblo de ciudad en ciudad", nos ha contado. "Recuerdo en Molinuevo y en el antiguo matadero cómo se levantaron las primeras chabolas", nos cuenta.
La foto
Cuando uno entra en la sede de Gao Lacho Drom hay una foto de 1969 en la que se ve a miembros de los tres clanes gitanos de la ciudad reunidos: ahí se decidió reubicarse en el poblado construido en Lakua y crear la asociación. "Ahí nos reunimos todos los gitanos para ponerla en marcha", cuenta Bartolomé que nos habla de que se puso en marcha para seguir trabajando "para poder igualarnos en derechos y en deberes". "Las obligaciones tenemos las mismas, pero los derechos todavía no", añade.
Aunque se reconoce que la comunidad aquí, en Álava, tiene una situación "mucho mejor" que casi en el resto del estado e incluso "parte de Europa", lo cierto es que siguen sufriendo discriminación, sobre todo, a la hora de acceder a la vivienda y un trabajo y en comercio", apunta Rosa Romero . Bartolomé Jiménez, nieto del presidente de la asociación, nos ha contado lo vivido por su mujer hacer poco. "Se apuntó a un oferta de trabajo, se reunió con el encargado y le dijeron que querían contar con ella y le piden que vaya al día siguiente con la documentación, cuando llegan le dicen que van a buscar otro tipo de perfil", nos cuenta Jiménez que añade que "llegó llorando tras la entrevista". No es el único caso que han viviendo en propias carnes.
Doble discriminación
"Nacer mujer y gitana es vivir una doble discriminación, el como llevar una piedra en la mochila", nos cuenta Antonio Gabarri, que trabaja, dentro de la asociación, en un programa específico para buscar el empoderamiento de las mujeres del colectivo. "Es clave la educación, da igual a qué edad, si una mujer quiere aprender a leer ya mayor, estupendo", nos cuenta.
La educación, clave
Desde Gao Lacho Dron insisten en que lo más importante es la "educación porque abre la puerta al trabajo y a la vivienda ". En ese sentido, pide que se refuerce los apoyos escolares en los colegios a los que asisten los niños y niñas gitanos. "En el IPI de Sansomendi este año sólo continúan 4 de los 25 profesores y profesoras que han estado este curso".