Uribe Kosta pide al Gobierno vasco más recursos asistenciales para realojar al centenar de migrantes que malvive en los montes de Berango

Junto al corredor de Uribe Kosta (BI-637), a unos pocos metros del barrio de Santa Ana de Berango, hasta un centenar de migrantes magrebíes malviven en varios asentamientos escondidos en los bosques de Berango. En una zona apartada y discreta, han formado varios campamentos donde pasan las horas a la espera de que sean aceptados en los recursos asistenciales de la zona o en un centro formativo para cursar sus estudios. La situación se alarga en el tiempo y es ahora, una vez el caso se ha conocido en la zona, que el ayuntamiento de Berango se ha pronunciado. «No nos compete», esa ha sido la respuesta de Itziar Aginagalde, alcaldesa de Berango. Según ella, la cartera de servicios del municipio está preparada para cubrir a «personas en exclusión social y estas personas lamentablemente están en riesgo de exclusión social», continúa enfatizando en la palabra «riesgo», ya que «son jóvenes con ciertas habilidades para seguir adelante». Ahora bien, sí menciona que «siempre se busca a través de otras instituciones una solución» para este tipo de casos, para ayudar a cada uno de los migrantes que vive en el lugar, como Mohamed. Mohamed tiene 31 años, es ingeniero y nació en Marruecos. Ejerce de líder entre el resto de jóvenes por ser el mayor. «Yo solo quiero estudiar para conseguir un futuro mejor. Solo me interesa un futuro mejor», recalca en un castellano fluido, consciente del recelo que levanta la presencia de este colectivo entre la población de la zona. Muestra su campamento a un equipo de Radio Bilbao desplazado allí: «Aquí tenemos varias tiendas de campaña donde dormimos, tenemos colchones también dentro. En esta zona, hay un pequeño comedor con lonas y plásticos para cuando llueve». Incluso, tienen turnos para hacer la limpieza, la comida o ir a por agua o comida, e este caso, donada en gran parte por asociaciones de la zona. En estas condiciones, sus compañeros y él han pasado el invierno. Jaouad es otro de estos jóvenes que llegó hace 7 meses a Berango después de cruzar de África a Lanzarote en patera. Está esperando a que le acepten en algunos cursos para poder ponerse a estudiar, aunque ya se ha puesto con clases de castellano. «No queremos hacer daño, ni robar», repite nada más presentarse. Los servicios asistenciales de la zona están desbordados. Berango no dispone de recursos propios, por lo que estos servicios están conveniados con la Mancomunidad de Uribe Kosta o con Getxo, cuyos albergues están completos ya. «Algunos de estos jóvenes confesaron en la situación que estaban cuando venían a las clases de castellano que ofrecemos para migrantes», explica, Álvaro Pascual, uno de los educadores sociales que les asiste periódicamente desde la asociación San Nikolas Zabalik. «Es una realidad muy cruel la que viven aquí estos jóvenes», califica. Además, destaca el contraste de la zona: «En la parte alta de esta colina están construyendo viviendas de 400.000 euros, mientras que, en el lado opuesto, nos encontramos con esta situación». Pide más recursos a la Mancomunidad de Uribe Kosta para estas personas en riesgo de exclusión social. La Policía Local de Berango ya ha notificado a este grupo que debe abandonar este lugar ya que se trata de una propiedad privada. Así lo han hecho todos, tras recoger sus pocas pertenencias, aunque diez de estos jóvenes podrán ir a un albergue parroquial de la localidad. El resto continuarán en situación de calle. La alcaldesa de Berango, Itziar Aginagalde, explica en la SER que de estos diez migrantes, cinco estaban empadronados en Getxo y otros cinco en Berango, aunque han acogido a todos por la incapacidad del municipio vecino de acoger a más. «Estas personas están en situación de riesgo de exclusión social por lo que nuestra cartera se ve limitada para actuar», argumenta Aginagalde. Sin embargo, ya afirma que van a buscar soluciones para estos jóvenes a través de la Mancomunidad de Uribe Kosta con la que comparten los servicios sociales. La primera edil asegura que ya se ha reunido con los educadores sociales que han trabajado con estos migrantes y ha visitado las instalaciones en las que serán cobijados. «Ahora, realizaremos un diagnóstico de esta situación para ver cómo podemos actuar de manera coordinada», asegura. Esta situación se viene repitiendo en varias zonas de Bizkaia, analizan diferentes asociaciones sociales. Así como hace unos años, este colectivo recaía en Bilbao, ahora está llegado a municipios con buena conexión con la capital, como Getxo o Barakaldo, y, al ir saturándose los servicios progresivamente, se instalan en otras localidades vecinas a estos grandes núcleos. La portavoz del ejecutivo vasco, María Ubarretxena ha destacado en «La ventana Euskadi» que la postura clara del ejecutivo: «Ya estamos en conversación con la mancomunidad y los ayuntamientos. Hemos enviado personal para evaluar la situación». Aunque es competencia local, Ubarretxena ha enfatizado la colaboración absoluta del Gobierno Vasco en esta problemática que afecta a personas mayores sin hogar en la localidad. En la Mancomunidad de Uribe Kosta afirman que el problema se remonta atrás en el tiempo. Guruzne Carrasón, su presidenta, cuenta que en Berango se llegaron a acumular hasta 150 personas ya que no les desalojaban del solar. Lo normal, dice, es que «les desalojen al de poco tiempo y no les dé tiempo a concentrarse tantas personas». Aun así, según ella, no se han generado problemas en Berango y no ha habido quejas del vecindario, «Uribe Kosta es segura». Esto no ha hecho, sin embargo, que desaparezca la necesidad de reunirse con el Gobierno vasco para solicitar, entre otros, que las comarcas que no tienen servicios con los que atender a estas personas «los pongan en marcha». Es una demanda que anteriormente también han realizado otros municipios. Carrasón cuenta que de las nueve comarcas de Servicios Sociales de Bizkaia, «solo tres o cuatro ofrecemos servicios a personas transeúntes», aunque por ley todas tuvieran que darlo. En su caso, cuentan con diferentes recursos. El primero es el convenio con las Hermanas de la Caridad, el convento de monjas del Puerto Viejo de Getxo que les proporciona servicio de lavandería, ducha y alimentación. También la entidad Sortarazi hace acompañamiento socioeducativo a las personas sin hogar, se les da la posibilidad de acceder al servicio de pisos tutelados así como también se les ayuda con el padrón. No obstante, Guruzne Carrasón cree que habrá que aumentar el presupuesto de estos servicios, algo con lo que «todos los municipios -de la mancomunidad- están de acuerdo».

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Reclaman que el ejecutivo vasco inste a todas las comarcas a tener servicios que atiendan a estas personas. para llegar a más y que la atención llegue desde diferentes puntos de Euskadi

Gonzalo Loza

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