'Aula Universidad Sociedad', el proyecto que une a la Fundación Síndrome de Down y la Universidad del País Vasco
Oscar Seoane, gerente de la Fundación y Urtza Garay, decana de la facultad de Educación de la UPV, han hablado en Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia junto a Jon Sanz Izaguirre, usuario, del proyecto que les une
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La Universidad del País Vasco (UPV) comparte con la Fundación Síndrome de Down un proyecto que busca la inclusión e integración social en el ámbito educativo de personas con discapacidad intelectual. El nombre del mismo es 'Aula Universidad Sociedad', cuyo objetivo es integrar a estos jóvenes en la vida universitaria, promoviendo así una convivencia enriquecedora y respetuosa dentro de la comunidad académica. Se encuentra en la Facultad de Educación y permite a estos estudiantes desarrollarse a nivel académico y social.
Su trabajo es doble. Los jóvenes que desde la Fundación Síndrome de Down acuden a la universidad, participan en las actividades del día a día que se llevan a cabo en la facultad. Este año, por ejemplo, han participado en la iniciativa que une a la facultad de Educación con la de Ingeniería, en concreto la informática. Alumnado de ambas carreras desarrolla aplicaciones y, este último curso, los jóvenes usuarios de la Fundación han podido participar en el proceso. Todo esto porque, tal y como ha explicado Urtza Garay, decana de la facultad, "la UPV tiene una obligación como entidad pública". Es gracias a estos proyectos que se desarrollan a nivel educativo.
Sin embargo, el aspecto social también se trabaja. Oscar Seoane lo considera muy importante y la decana habla de que la vida universitaria va "más allá" de lo académico, participan en "la vida de la facultad". El beneficio es doble, han dicho, no solo para quienes acuden de la Fundación. "El beneficio no es solo para quienes van desde la Fundación. Teníamos claro que quien fuera desde Síndrome de Down Euskadi tenía que acceder a entornos sociales, socializar", ha dicho Seoane. Por ello, estos jóvenes también están presentes en lugares como la biblioteca o la cafetería, espacios en los que juntarse con el resto de alumnado. Esto es de lo que más le gusta a Jon Sanz Izaguirre, usuario de la Fundación.
Seguimiento
Con todo ello se ha conseguido que los profesionales de la UPV digan que "es un proyecto que merece la pena, que hay que invertir en él", según Oscar Seoane. De hecho, que da buenos resultados se ve en quienes acuden, tal y como explica el gerente: "Cada joven tiene un profesional de referencia que le hace un seguimiento. Al final del curso todos quieren volver, eso quiere decir que disfrutan, que les aporta, porque en este colectivo, si se aburren o no aprenden te lo van a decir. Si no están a gusto, no van". Así, consiguen que personas con necesidades educativas especiales se integre poco a poco en la sociedad y también en el ambiente académico, sobre todo pensando en el factor social, que influye mucho en sus vidas.