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El bizkaino Jon Barrenetxea estrena su palmarés en un caluroso Circuito de Getxo

Todo se ha decidido en la subida de Txomintxu, con Movistar tirando para Barrenetxea en el kilómetro final tras no romperse la carrera en Pike

Jon Barrenetxea tras cruzar la meta del Circuito de Getxo en primer lugar. / Movistar Team

Bilbao

En una jornada marcada por un calor sofocante, con temperaturas que rozaron los 43 grados, el Circuito de Getxo 2024 nos regaló una emocionante carrera donde la determinación y la estrategia se impusieron. La victoria fue para el bizkaino Alex Barrenetxea, del equipo Movistar, quien conquistó la exigente cuesta de Txomintxu para coronarse como ganador en su tierra, en una edición histórica que tuvo que adaptarse a las extremas condiciones climáticas.

Desde primera hora, el calor se perfilaba como un duro adversario. La organización, consciente del riesgo para los ciclistas, decidió retrasar la salida y reducir la longitud del recorrido a 171,5 kilómetros. El sol implacable no solo afectó el rendimiento de los corredores, sino también la afluencia de público, que se vio algo reducida en las calles de Getxo. Aun así, la pasión por el ciclismo se mantuvo viva en cada metro del circuito.

Txomintxu clave

El recorrido, caracterizado por su dureza y tecnicismo, especialmente en la subida de Txomintxu, una rampa que alcanza un desnivel del 14%, se convirtió en el juez definitivo de la prueba. A lo largo del día, hubo una escapada de siete corredores que mantuvieron viva la emoción en el pelotón, aunque el verdadero drama se desarrolló en los kilómetros finales. Pike Bidea, con su temido tramo cercano al 20%, fue el escenario donde se fraguó la selección decisiva, pero fue en Txomintxu donde se decidió todo.

A pesar de que el Movistar no había mostrado su fuerza durante la mayor parte del día, el equipo supo esperar su momento. Pedrero, Rubio y Romo lanzaron a Barrenetxea en los metros finales, asegurando que el corredor bizkaino llegara en óptimas condiciones para rematar la carrera. Barrenetxea, quien había estado entrenando intensamente en Andorra tras superar una fractura de clavícula, demostró que su preparación fue perfecta, cruzando la meta con una ventaja suficiente para saborear la victoria en casa.

Ganar en casa

Barrenetxea, natural de Gamiz-Fika, tras cruzar la meta indicaba que "ganar estaba en mis planes y en mis sueños. Llevo viendo la carrera desde pequeño y se la dedico a todo el equipo, porque confiar en mí aquí en casa, cuando no he ganado ninguna carrera en profesionales, es una responsabilidad pero me hace crecer y se lo agradezco muchísimo. Han estado todos de 10, corredores y auxiliares, porque en un día como este, con tanto calor, necesitas mucha gente alrededor para lograr un triunfo así".

Además recordaba que llevaba "desde la Amstel Gold Race, cuando me caí y sufrí una fractura de clavícula y dos vértebras, con muchas dudas, porque no sabes si vas a volver al nivel de antes. Me pasé un mes sin poder tocar la bici ni hacer nada. Volver es aún más duro, desde cero. Llegas a las carreras y te falta confianza, tienes miedo. La semana pasada en Burgos ya encontré un buen golpe de pedal y sabía que podía haber una gran oportunidad aquí".

Susto de Juanpe López

El podio se completó con Clément Champoussin (Arkea) en segunda posición y Orluis Aular (Caja Rural) en tercera, ambos incapaces de seguir el potente ritmo impuesto por el bizkaino en los metros finales. La carrera vivió también momentos de tensión como la caída de Juanpe López en la bajada de Artxanda, que pese a golpear el quitamiedos acabó sin mayores consecuencias.