"Es el primer Tour, pero creo que vendrán muchos más": el equipo Laboral Kutxa-Fundación Euskadi, feliz tras su debut en la ronda gala

Bilbao

"Ha sido nuestro primer Tour, la primera vez en un evento de este calibre. Hemos estado en la Vuelta o en el Giro, pero el Tour es distinto. Se nota en las corredoras, que tenían una tensión extra, y en el pelotón, que ha rodado muy rápido". Las palabras de Ion Lazkano en Radio Bilbao dejan claro que el equipo Laboral Kutxa-Fundación Euskadi hace un balance muy positivo de su estreno en el Tour de Francia femenino.

La escuadra vasca, de la que Lazkano es director deportivo junto a Peio Goikoetxea, acudía por primera vez a la carrera más importante del calendario ciclista. Y ha conseguido "dar la cara y ser protagonistas", señala Ion. En la primera etapa, Yurani Blanco ganó la Combatividad; hasta el cuarto días, Cristina Tonetti lució el maillot de líder de la montaña; en la quinta etapa, Cata Soto fue decimotercera en meta; en la sexta, Yurani se coló en la fuga del día.

Inolvidable Alpe d'Huez

Y el éxito final llegó el domingo, en la etapa reina, que finalizaba en la mítica cima de Alpe d'Huez. En meta, Usoa Ostolaza entró en vigésima posición, ascendiendo así hasta el 24º puesto en la clasificación general final de la ronda. "Fue una etapa muy emocionante. En esa última subida, echó el resto en los últimos cuatro kilómetros. Soltó a la gente que llevaba en el grupo, tenía muy cerca a su familia y a mucha gente euskaldun. Tanto para ella como para los que íbamos en el coche, es algo que se nos quedará grabado muchos años", analiza Lazkano.

Y es precisamente el Tour de Francia el último escollo que el ciclismo femenino ha derribado, apunta: "Con la entrada del Tour de Francia hubo un empujón tremendo. Las infraestructuras y los equipos han crecido mucho. De hace cinco años a hoy todo es diferente, todos los equipos tienen su autobús, su camión, su staff. Todo va para arriba, es evidente. Cada vez la gente sigue más el ciclismo femenino y hay una mayor repercusión mediática".

De ahí que su mensaje a las ciclistas del futuro sea claro: "Hace diez años, vivir de esto era muy complicado. Ahora no es un camino de rosas, pero hay un interés enorme y está claro que las mujeres que se quieran dedicar a esto tienen que saber que tienen su espacio", zanja.