Dolor neuropático, la antesala a la adicción por opiáceos prescritos
Los pacientes con dolor neuropático también se están enfrentando a listas de espera cada vez mayores para recibir tratamientos alternativos o complementarios
Dolor neuropático | pxhere.com
Bilbao
Uno de cada diez vascos sufren dolor neuropático, según los datos de la Sociedad Española de Neurología. En los casos en los que el dolor se vuelve insostenible, se llegan a recetar opiáceos, lo que está aumentando los casos de dependencia a estos fármacos. Además, estos pacientes suelen ser derivados a la Unidad del Dolor, cuyas listas de espera son cada vez más largas.
Entre estas personas pueden encontrarse pacientes con herpes zóster, esclerosis múltiple o neuralgias del trigémino, entre otras patologías. Se trata de un dolor causado por un daño o mal funcionamiento del sistema nervioso. Su diagnóstico se realiza a partir de un análisis clínico y, en ocasiones, puede demorarse. Esto sucede porque no se encuentran complicaciones traumatológicas ni reumatológicas.
El tratamiento más común para aliviar el dolor es la medicación. De hecho, en algunos casos se están prescribiendo opiáceos como el fentanilo o la oxicodona, lo cual está provocando un aumento de los casos de adicción. La neuróloga del Hospital de Galdakao, Aintzine Ruisánchez, explica que han tenido casos en los que ha sido necesario ingresar a pacientes para desintoxicarlos debido al abuso de estos medicamentos.
Unidad del Dolor
Otro problema al que se enfrentan los pacientes con dolor neuropático son las listas de espera para acceder a las distintas Unidades del Dolor. En la actualidad, deben esperar más de seis meses para recibir tratamiento. En Euskadi, hay un total de 11 hospitales con unidades especializadas en dolor crónico, 7 de las cuales pertenecen a Osakidetza.
Una vez que las personas con dolor neuropático ingresan en la Unidad del Dolor, normalmente se les trata con anestésicos intravenosos, como la lidocaína. Sin embargo, una modalidad cada vez más habitual es la infiltración de bótox directamente en el nervio afectado.
¿Existe una cura definitiva? La neuróloga asegura que el paciente llegará "al fin de sus días" con esa condición, y por ello, ese dolor crónico hará necesaria la toma de medicamentos de por vida.
