Desde UAGA buscan soluciones al relevo generacional para cubrir la temporada de la vendimia en Álava
Hablamos con Juan Luis Bujanda, coordinador de temporerismo, que nos habla del perfil de los temporeros que llegan a trabajar y nos cuenta cómo es el libro de acogida
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Vitoria-Gasteiz
El campo no se va de vacaciones y no para, siempre hay algo que hacer, recolectar y cuidar. En julio se llevó a cabo la cosecha de cereal, cosecha que Edurne Basterra, presidenta de UAGA marcaba como "muy buena, pero no excepcional, ya que a pesar de que hemos recogido más grano que el año pasado aún no llega a los números de temporadas anteriores. Además, ahora habrá que esperar al precio que se marque". A todo esto hay que sumar que una vez más el verano fue tardío en Álava y costó que llegasen las altas temperaturas, idóneas para subir la producción.
Por otro lado, esto ha hecho que la vendimia se marche a sus fechas tradicionales en el mes de octubre, ya que los últimos años, por el intenso calor, por encima de los cuarenta grados, hizo que se adelantase a este mes de septiembre, situación que no se va a repetir este 2024, "a expensas de las lluvias que puedan caer a lo largo de los próximos días, que sí podría adelantar algo la temporada, pero en ningún caso antes de octubre, por lo que este año vamos a poder disfrutar de la fiestas de la vendimia, que se va a celebrar el 15 de septiembre", ha indicado Juan Luis Bujanda, coordinador del programa de temporerismo. Menos uva y de mejor calidad esas es la previsión de los agricultores, como nos reconoce Bujanda que "en principio se espera una vendimia normal, sí que menor en cantidad, pero mejor en calidad, sobre todo porque el año pasado las tormentas, y el pedrusco que cayó, hicieron que la uva estuviera más tocada y se llegara a pudrir por la gran cantidad de agua que se dio en muy poco tiempo".
Estos dos últimos años , y se espera que este también, al desarrollarse la vendimia fuera de fechas que coincidan con otras campañas de recogida se ha podido gestionar de manera adecuada de las necesidades de los viticultores, que ha sido más escalonada, y ha posibilitado por tanto repartir el trabajo de las cuadrillas de temporeros entre más agricultores, cubriendo las necesidades previstas. No así la campaña pasada en la que solaparon y "muchas cuadrillas no quisieron venir al no poder trabajar varias semanas seguidas", ha indicado Juan Luis Bujanda. Este año hacen falta temporeros, y "uno de los grandes problemas que tenemos que atajar pasa por el relevo generacional, ya que nos está pasando mucho que los padres que llevan 20 años con nosotros traen a los hijos, pero estos vienen obligados. Los chavales no quieren trabajar en la agricultura", explica Bujanda.
Por todo ello desde UAGA el año pasado ya se hizo un llamamiento a Unió de Pagesos para que viniesen a la vendimia, tras terminar la recogida de la fruta en Lérida, así como trabajadores llegados desde Ucrania y las bolsas de trabajo de Lanbide. Situación que Juan Luis Bujanda cree que "vamos a tener que repetir este año, porque nos faltan temporeros, a pesar de que hayan bajado el número de explotaciones desde hace años. De hecho este año estamos trabajando en 250 explotaciones con los 350 - 400 temporeros que están adheridos al programa, que recordemos no sólo se centra en la vendimia, sino que también se trabaja en la temporada del txkoli, la piparra y la manzana", ha indicado Bujanda.
Programa de temporerismo
Para poder garantizar todas las responsabilidades y necesidades de los trabajadores "desde UAGA llevamos ya 20 años trabajando con este proyecto, porque ya entonces vimos la problemática que teníamos de que muchos temporeros que venían tenían muy malas condiciones de trabajo, e incluso campamentos con un toldo en mitad del campo", ha destacado Bujanda a lo que sumaba que "ya entonces empezamos a potenciar aportar alojamientos para los temporeros, obligatorio por ley ahora mismo, y crear un convenio de temporerismo, que no ocurre en comunidades limítrofes, por lo que nos adelantamos a lo que luego se ha ido legislando desde el Gobierno Vasco".
Desde la UAGA se ocupan de los trámites administrativos, se elimina la subcontratación de las mafias, se dignifica el trabajo de las personas temporeras, se garantiza un alojamiento adecuado y un salario justo. Además, de facilitarles un libro de acogida en castellano y traducido también al francés y árabe, ya que como nos explica el coordinador de temporerismo "el 77% de los temporeros que llegan a trabajar son magrebís, cerca de un 12% vienen de África subsahariana y el resto nacionales".