Empate, y gracias, en el Coliseum

San Sebastián

La Real Sociedad no termina de arrancar. Y en vez de evolucionar según pasan las jornadas, parece que involuciona. Porque si los tres primeros partidos de la temporada habían dejado sensaciones preocupantes, la visita al Coliseum no sólo ha alimentado esas dudas, sino que ha hecho aparecer otras sombras que habrá que intentar borrar todo lo rápido que se pueda en este parón liguero. Que luego el siguiente visitante al Reale Arena es el Real Madrid de Mbappé y compañía. Si las primeras jornadas la dudas se concentraron en defensa, ahora contra el Getafe se han centrado en el ataque. No es para menos cuando terminas un partido sin haber tirado un sólo tiro entre los tres palos.

Pero hay más. Porque si tu portero es el jugador que más pases da durante un partido, también quiere decir que algo no has hecho bien en la circulación de balón. Eso le pasó a la Real con Alex Remiro. Deberían ser Zubimendi, Sergio o Turrientes. Pero no, fue Remiro. Otro síntoma más de que esta Real esta verde y que Imanol tiene mucho trabajo por delante. Al menos, a pesar del desastre de partido de los realistas, no se perdió. Esa es la mejor lectura de la visita al Coliseum. Porque si en un día malo, quizá de los peores con Imanol en el banquillo, eres capaz de, al menos, puntuar, quiere decir que tienes mimbres para crecer.

A eso hay que agarrarse con esta Real que da la sensación de que es menos Real que en años anteriores. Y no hablamos de resultados, sino de la propuesta. Le está costando a Imanol dar con la tecla mágica, como ya ha hecho en otras ocasiones. Por ahora, este año, no. Ni el ilusionante debut de Oskarsson cambió ese panorama. Pero el islandés genera expectativas muy altas y de que se cumplan depende en gran parte el año que haga esta Real Sociedad. Preocupan las lesiones con las que se volvió de Getafe (Zubeldia, Brais Méndez y Traoré), porque a perro flaco todos son pulgas. Lo más optimista de todo es que, a pesar de lo mal que ha comenzado la Real, todo tiene que ir a mejor, porque a peor es difícil que vaya