La bajada de la natalidad lleva a cerrar aulas y recolocar profesorado antes del inicio del curso escolar 24/25

Vitoria-Gasteiz

Este próximo viernes, 6 de septiembre, se inicia el curso escolar 2024/2025 en Álava. Un nuevo curso que se ha visto de nuevo marcado por la nueva ley de educación, que se puso en marcha el curso pasado, y sigue en proceso de desarrollo, para terminar con la segregación alumnado repartiendo el alumnado vulnerable en la educación concertada para que no se concentre todo en la pública. Así, Agurne Barruso, directora general de Ikastolen Elkartea nos indicaba que "la ley tiene sus pros y contras, y si bien no se han dado grandes pasos durante el proceso de matriculación para el alumnado vulnerable, sí se ha cubierto el problema para los y las alumnas que llegan con el curso iniciado". Sin embargo esto ha llenado a que "muchas familias, como ya ocurrió el año pasado, no puedan matricular a sus hijos e hijas en el sistema educativo y modelo que quiren", ha indiaco Barruso. Mientras, desde Kristau Eskola también marcan la necesidad de hacer una valoración "no sólo desde los cuantitativo, sino cualitativamente desde la equidad, para dar seguir con un resultado de atención y acompañamiento de cada alumno en función de sus necesidades y dificultades".

La bajada de la natalidad no es un problema únicamente de Euskadi, dado que la caída de los nacimientos es una realidad que encontramos en todos los países de la Unión Europea. Los últimos datos marcan que la Comunidad Autónoma Vasca encadena nueve años de descensos en los nuevos nacimientos. De hecho Euskadi se ha posicionado como uno de los lugares donde menos niños y niñas nacen, como así se puede comprobar en los últimos datos del Instituto Vasco de Estadística - Eustat, donde el número de nacimientos en 2023 fue de 13.453, lo que supone un 1,3% menos que año anterior. El dato para la esperanza es que este es la menor caída en los últimos nueve años.

Esta situación se ve reflejada en las aulas, con una acuciante caída del número de alumnos por aula lo que ha llevado "a cierre de aulas", tanto en la escuela pública como en la concertada y con ello los problemas de mantener los puestos de trabajo del profesorado. Desde Ikastolen Elkartea y Kristau Eskola apuestan por recolocar antes de despedir, pero como nos confiesa María Eugenia Iparraguirre "no en todos los casos es posible, ya que nos estamos encontrando con el problema de pérdida del concierto económico, al cerrar clases", y ha hecho hincapié en que "la reducción del alumnado nos puede dar una mejora en la calidad de la educación, si somos capaces de articular el mínimo de despidos del profesorado, reformulando algunos de los perfiles y recursos que tenemos en las aulas. Eso nos llevaría a convertir el problema en una oportunidad para garantizar el máximo de personal posible". Mientras desde Ikastolen Elkartea, Agurne Barruso indicaba que "en nuestro caso el número de alumnos ha bajado un poco, no se llega a los 500 alumnos en toda la red, por lo que ha influido pero no ha sido muy acusada la consecuencia. Esta claro que las aulas no están tan llenas, pero no hemos tenido que eliminar personal, sino que hemos recolocado entorno a media docena de docentes".

Por su parte, en la escuela pública vasca (Denon Eskola), su presidenta Lourdes Errasti denuncia falta de profesores en algunas áreas como matemáticas, informática, música y filosofía por "la alta tasa de interinidad", y ponía de ejemplo el instituto de Zabalgana donde "el 35% de los profesores son interinos, lo que crea muchos problemas para dar continuidad a una misma plantilla y desarrollar programas educativos a largo plazo acordes a las necesidades". Situación que se ve más manera más acuciante en suelo rural de Álava, donde "están viniendo profesores de Bizkaia o Guipuzkoa, porque en nuestro territorio no encontramos profesores que cumplan los requisitos mínimos de calidad que se exige desde la administración", ha indicado Errasti.