El valle de Ayala; cuna del halcón maltés y la Torre de Murga con "uno de los vórtices energéticos más fuertes del País Vasco"

Vitoria-Gasteiz

El valle de Ayala es uno de los entornos rurales con más encanto de Euskadi. Protegido por la imponente Sierra Salvada, que lo convierte en un remanso de paz y armonía gracias a las verdes llanuras que nos encontramos y una naturaleza exuberante. Salpicado con pueblos, complejos monumentales como Quejana y la Torre de Murga, dos de las joyas que guarda la comarca. Por tanto, no es extraño que el canciller Ayala lo eligiese como lugar de residencia para su linaje y en el que dejar su huella, como decimos con las diferentes construcciones monumentales. Cabe destacar que esta fue una de las familias más importantes de Álava y el reino de castilla en la edad media, y constituyeron su núcleo fundacional con la construcción de un palacio y después una serie de edificaciones como la iglesia, una torre y una capilla, donde está el cabello de la virgen, todo ello en el Complejo Monumental de Quejana.

El canciller Ayala se enamoró de este rinconcito del territorio. Además, junto al Complejo Monumental, a 7 kilómetros de Vitoria y a menos de 1,5 km de Amurrio se encuentra la Torre de Murga, que "gracias al cruce de aguas fluviales lo convierte en uno de los puntos energéticos más fuertes del País Vasco, que sirve para recargar energía positiva. De hecho tengo bastantes animales y esto ayuda a que estén mucho más tranquilos, en paz y armonía", ha indicado Paz Verastegui, propietaria de la Torre de Murga.

Todo esto se descubrió hace más de 30 años, cuando un zahorí octogenario que andaba por la zona, habló en sus escritos de un lugar, donde ahora se erige la Torre de Murga, donde se concentraba un nivel de vibración muy elevado según el biómetro de Bovis. Esto se mide gracias a la radiestesia, que es una técnica utilizada para detectar energías sutiles y campos electromagnéticos. Para ello los zahoríes utilizan herramientas como péndulos y varillas y detectar estas energías, para después poder mapear su ubicación y fuerza. En este caso Verastegui nos marcaba como "este es un espacio con mucha energía muy positiva, que no sólo afecta a los animales o plantas, como las 4 hectáreas de txakoli en la que elaboramos nuestro txakoli Txikubin, sino que la gente que se acerca a realizar diferentes talleres o actividades se marchan mucho más relajadas y con las pilas cargadas".

Según los expertos en radiestesia, este vórtice energético puede tener efectos beneficiosos para la salud y el bienestar. Algunas personas que han visitado la torre y han experimentado la energía del vórtice informan de una sensación de paz y calma, así como de un aumento de la energía y la vitalidad. Además, se cree que la energía del vórtice puede tener efectos positivos en el entorno, mejorando la calidad del aire y del agua.

La cetrería

Otro de los secretos y joyas que trajo hasta el valle el canciller Ayala es el arte de la cetrería, con el halcón maltés, una de las aves más majestuosas, vistosas y elegantes. "En la edad media se usaba como un ave de caza, pero los tiempos han cambiado y ahora usamos el halcón maltés para hacer diferentes terapias sensoriales tanto con jóvenes como en residencias con gente mayor, para ayudarles en la movilidad de las articulaciones. Así hacemos que se impliquen con el ave, las vuelan e interactúan con ellas, y sirve para romper la rutina del día a día", nos cuenta la cetrera Rebeca Rego. Además, "en el caso de niños y niñas con diversidad funcional, los halcones hacen que ellos se sientan útiles y valorados, porque son los encargados del ave, los hace autosuficientes", ha indicado Rego, encargada de realizar muchas de las actividades que esta majestuosa rapaz en la Torre de Murga.

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