Navarra identifica el cuerpo del vitoriano Segundo Hernández, asesinado tras la fuga de San Cristóbal en 1938

El Banco de ADN del Gobierno de Navarra ha identificado los restos de uno de los fugados del Fuerte de San Cristóbal, en mayo de 1938. Era el vitoriano Segundo Hernández Blanco, asesinado tras la considerada mayor fuga de la historia de las cárceles franquistas, con casi 800 presos fugados. 585 de ellos fueron detenidos de nuevo, de los cuales 14 fueron sentenciados a muerte, y 206 fueron asesinados. Junto a Segundo Hernández, entre los fugados había otros 13 alaveses más, de los que se conoce que tres fueron asesinados. Sus cuerpos no han sido localizados todavía.

El caso de Segundo es paradigmático "porque muestra que sin voluntad política ni recursos es imposible llevar a cabo estas intervenciones", afirma Lander García, nieto de la hermana del preso asesinado. Aún así, afirma que "hay orgullo, porque la persistencia militante que se ha hecho contra las instituciones" ha dado sus frutos. Y es que el cuerpo de Segundo fue encontrado en 2015, y no ha sido hasta ahora cuando la familia ha podido conocer cómo fueron sus últimos días de vida.

El cadáver estaba en una fosa común junto a los cuerpos de otros dos fugados, y no ha sido hasta casi una década después cuando se ha podido identificar. "No estaba sistematizado en ese momento, no había recursos suficientes para hacer esa intervención de una manera sistemática, que es como debería hacerse acorde a la legislación internacional de Derechos Humanos", describe García.

En un primer momento, se identificó a Vicente Mainz Landa, un navarro vecino de la zona. Las hipótesis apuntaron, en aquel momento, a que este pequeño grupo trató de evitar el camino que siguió la mayoría para dificultar su captura, ayudados por los conocimientos del terreno de Mainz. Los presos consiguieron huir durante dos semanas; no obstante, sus perseguidores, un pelotón de la Falange, acabaron dando con ellos. Con la identificación de Segundo como uno de esos tres cuerpos, su familia ha podido conocer que, realmente, el vitoriano no murió en mayo, cunado tenía 19 años, sino en junio, cuando ya había cumplido los 20.

Ya son 9 los presos de la fuga que Navarra ha podido identificar. Un acontecimiento que la familia vive con satisfacción acompañada de "rabia por que esto haya pasado 86 años después de su asesinato", declara García. "No hay que perder el foco, no hay que darle una visión exclusivamente personal a esto. Tenemos que ser conscientes de su dimensión colectiva, porque no son casos aislados", añade.

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El recorrido de Segundo Hernández

La historia del vitoriano empieza con su detención cuando huía de Vitoria, que había quedado bajo represión franquista, hacia Otxandio, que seguía bajo control republicano. "En ese recorrido, fue interceptado por una partida de militares sublevados, que le detuvieron y le juzgaron en Gasteiz en agosto de 1936", detalla Lander García. Le condenaron a 20 años de prisión, y lo trasladaron a la cárcel de la Paz, en Vitoria, donde estuvo seis meses, hasta enero de 1937. Durante su estancia en prisión, su padre Joaquín fue asesinado, el 14 de diciembre de 1936. Según cuentan algunas informaciones, en las mismas fechas que el asesinato de Joaquín Hernández hubo un motín en La Paz, "una protesta de presos antifranquistas entre los que se encontraba Segundo", relata García, y en consecuencia, trasladaron al preso a San Cristóbal, considerado uno de los centros penitenciarios más duros de la Península.