Injusta y cruel derrota de la Real

San Sebastián

Más allá del resultado, que jugar contra el Real Madrid siempre tiene estas cosas, quiero quedarme con el paso adelante que ha dado la Real Sociedad. Su primera parte es un ejercicio de resiliencia a su situación, un ataque de rebeldía contra su mal comienzo de liga y una demostración de lo que puede ser capaz de hacer. Salió a comerse al rival, salió a provocar cosas en el partido y quiso buscar el resultado, en vez de salir a verlas venir, esperando que los monstruos blancos no se los comieran en cualquiera de sus arrancadas.

Realmente salir arropado en defensa, tratando de no dejar espacios para que improvisaran Mbappé y compañía, era lo lógico, porque viendo lo que había pasado en las cuatro primeras jornadas, no veíamos al equipo txuri-urdin capacitado para jugar de tú a tú contra el Real Madrid. Sonaba a algo parecido a un suicidio. Pero no, la Real fue valiente y adelantó su línea de presión a pesar de que eso le obligaba a jugar expuesta, con el peligro que ello tiene cuando enfrente tienes a balas como los delanteros madridistas. La Real quiso ser la Real, por fin esta temporada. Y eso le llevó a jugar un gran partido y a merecer ganar, sin miramientos. Punto final. Todo el que haya visto el partido no podrá decir lo contrario. Ni Ancelotti lo puso en duda.

¡Tres balones al palo! ¿Qué más hace falta para ganar al Real Madrid? Yo no recuerdo algo así con la Real. Lo que hay que tener es un colegiado que no se quiere cargar el encuentro. En este caso, con la colaboración de sus compañeros de la sala VOR. Porque hay que querer pitar ese penalti, hay que tener muchas ganas. Dio la oportunidad al Real Madrid de finiquitar un partido en el que, a pesar de ir perdiendo, la Real seguía haciendo méritos para empatarlo. Es incomprensible y me lo tienen que explicar mucho y bien para entenderlo. Lo siento. Es normal que la afición de la Real esté tan enfadada. Es la misma sensación que tengo yo. Esa, y la de la tranquilidad de ver por fin a la Real. Ésta sí es mi Real. Y con esta versión, aunque solo tenga cuatro puntos, la temporada promete alegrías. Debe marcar el camino.