El proyecto 'Naturan Hezi' acerca la naturaleza a los más jóvenes de forma práctica, un reto pendiente en el ámbito escolar

San Sebastián

Expertos estiman que solo un 20% de las especies, ciclos de funcionamiento y relaciones en la naturaleza son conocidos por el ser humano. Esta alarmante cifra se debe a una visión antropocéntrica que subestima el valor de la biodiversidad, contribuyendo a la pérdida acelerada de ecosistemas y recursos en el planeta. Urge un cambio de mentalidad para reconocer la diversidad de valores de la naturaleza, esenciales para abordar las crisis ambientales y avanzar hacia un futuro sostenible y justo.

Ante este panorama, nace el programa "Naturan Hezi" de KutxaEkogunea, que busca reconectar a la infancia y a las comunidades con la naturaleza, educándolos en un entorno natural como parte integral del aprendizaje. Erkiz Minguez, técnico de Baso-eskola y otros proyectos educativos de Kutxa Fundazioa, destaca la importancia de educar en la naturaleza para un desarrollo físico, cognitivo y emocional más profundo. El programa fomenta una visión crítica y compleja de la interdependencia entre la humanidad y los ecosistemas.

"Naturan Hezi" ofrece una alternativa pedagógica basada en el contacto directo y continuado con la naturaleza. En colaboración con escuelas, este proyecto busca naturalizar el currículo educativo, facilitando la formación docente y adaptando espacios naturales cercanos para que los estudiantes puedan explorar y aprender en un entorno libre y estimulante.

La metodología, centrada en el juego libre y la observación, permite que los profesores identifiquen los intereses y necesidades del alumnado, integrando así diversas disciplinas de manera holística. El programa ya ha impactado en 39 escuelas de Guipúzcoa, demostrando que la conexión con la naturaleza es clave para una educación transformadora y un futuro sostenible.

Este enfoque, que promueve la comprensión de la eco-dependencia, es visto como un paso crucial para generar conciencia sobre la crisis ambiental. Como explica Minguez, "conocer más sobre la naturaleza no solo beneficia a la infancia, sino que es esencial para toda la sociedad".

El proyecto "Naturan Hezi" busca integrar la naturaleza como un entorno clave en la educación, subrayando la importancia de formar a futuras generaciones con conciencia medioambiental desde las primeras etapas escolares. En una reciente charla con expertos, se destacó la necesidad de garantizar un contacto continuado con la naturaleza para desarrollar ciudadanos comprometidos con el medio ambiente.

Maialen Sistiaga, doctora en biología e investigadora de la UPV, y Begoña Burgoa, profesora en Derio, han participado también en el debate, y ambas coinciden en que la teoría está clara; el contacto con la naturaleza es vital, pero en la práctica, su implementación en los programas educativos sigue siendo un desafío. Sistiaga enfatiza que, aunque el nuevo currículo escolar recoge principios de educación en la naturaleza, a menudo el contexto escolar se mantiene descontextualizado de la realidad.

Burgoa compara el proceso con pintar un cuadro: "Hemos dado pinceladas, pero aún falta diseñar el cuadro completo", refiriéndose a la falta de un plan integral en las escuelas. Añade a su vez que muchos centros educativos no cuentan con espacios suficientes para huertos o actividades al aire libre, lo que dificulta la experiencia directa con la naturaleza, y destacó que, aunque existen iniciativas, estas suelen quedarse en acciones aisladas.

El debate ha abordado por otra parte la implicación de los agentes educativos. No solo los profesores deben estar involucrados, sino que es necesario un esfuerzo colectivo entre educadores, instituciones y el entorno familiar. “La escuela debe garantizar el derecho de los niños a un contacto continuado con la naturaleza”, asegura Sistiaga, recordando que incluso la Ley de Infancia y Medio Ambiente recoge este derecho.

La charla concluía con la siguiente reflexión: enfrentar la actual crisis medioambiental, no basta con enseñar conceptos teóricos sobre la naturaleza en las aulas, sino que es fundamental salir al exterior, vivir el entorno y fomentar una relación genuina con él.