Irun desde las alturas: Los 167 escalones del campanario del Juncal
La torre de Nuestra Señora del Juncal ha abierto sus puertas este verano a visitas guiadas, ofreciendo un recorrido por la historia y una vista panorámica inigualable de la ciudad
SER Viajeros: la torre del Juncal
Irun
Ubicada en el corazón de Irun, la iglesia de Nuestra Señora del Juncal ha sido un símbolo clave para la ciudad y sus habitantes. Este verano, por primera vez en su historia, la torre que guarda el campanario abría sus puertas al público a través de visitas guiadas. En SER Viajeros Euskadi hemos hablado con el párroco Fernando Jiménez Baztán, quien ha estado al frente de la parroquia durante 15 años, y ha resaltado que la acogida ha sido extraordinaria: "Siempre había personas que nos pedían las llaves para subir los 167 escalones de la torre. Pero esta vez, la mayoría de visitantes, sobre todo peregrinos que hacen el Camino de Santiago han venido desde países y lugares como Estados Unidos, Escocia, Argentina, Uruguay, Italia, México, Alemania o Países Bajos". Y es que la torre, construida junto con la iglesia hace medio siglo, no solo es una estructura arquitectónica imponente, sino un punto clave para disfrutar de una de las mejores panorámicas de Irun. Desde lo alto, se puede admirar la bahía del Txingudi y las montañas cercanas, incluyendo Mendaur. "Es impresionante lo que se puede ver desde arriba".
Un campanario accesible y modernizado
La posibilidad de realizar visitas guiadas al campanario no surgió de la nada. Como explica Jiménez Baztán, la iniciativa partió del Ayuntamiento de Irun, que vio en esta experiencia una oportunidad turística y cultural para la ciudad. Sin embargo, antes de abrir al público, hubo que hacer algunas mejoras para garantizar la seguridad de los visitantes. "Por ejemplo, la barandilla no estaba homologada, así que tuvimos que añadir un suplemento para alcanzar el metro veinte que exige la normativa", relata el párroco. Además, se instalaron luces LED a lo largo de la escalera para facilitar la subida.
A pesar de las dificultades iniciales, el campanario se ha convertido rápidamente en una de las atracciones más visitadas de la ciudad. Las plazas para subir se agotan con facilidad, ya que el acceso es limitado a grupos de diez personas por vez. "Esto no es Ficoba", bromea Jiménez. "Aquí hay que subir de diez en diez, siempre con un guía".
Una iglesia con historia y tradición
La iglesia de Nuestra Señora del Juncal no es solo famosa por su torre. Su origen se remonta al siglo XVI, cuando se decidió construir el templo actual tras la aparición de la Virgen entre los juncos, un evento que dio nombre al santuario. "Se tardaron 101 años en terminar la iglesia", explica el párroco Fernando, quien destaca la importancia del retablo monumental y la figura de la Virgen del Juncal, una talla del siglo XII.
Esta iglesia también ha sido, y sigue siendo, un punto de referencia para los peregrinos del Camino de Santiago. "Todos los días recibimos a personas de todo el mundo, desde Estados Unidos hasta Argentina, que vienen a sellar sus credenciales o a rezar en la iglesia".
Patrimonio para creyentes y no creyentes
Más allá de su función religiosa, la iglesia del Juncal es un tesoro cultural que pertenece a todo el pueblo de Irun. Para el párroco, este lugar no solo alimenta la fe de la comunidad creyente, sino que también es un patrimonio artístico abierto a todos. "Independientemente de que sean creyentes o no, la iglesia y su arte están ahí para todo aquel que ame la cultura", concluye.
Con su campanario ahora accesible al público y sus ricas historias esperando ser descubiertas, la iglesia del Juncal sigue siendo un faro, no solo de fe, sino de la herencia cultural e histórica de su ciudad.