"Bastante subnormal (...) Prefiero que no esté, o yo": Pablo Laso, más duro que nunca al hablar de la actitud de Willy Hernangómez con Grimau

Vitoria-Gasteiz

En el marco de un ambiente distendido, en un céntrico hotel de Vitoria, Pablo Laso, el nuevo entrenador del Baskonia, ha analizado el comentario de Willy Hernangómez sobre los `dos telediarios´ que le quedaban a Roger Grimau, su entrenador. Cuestionado sobre la actitud del jugador, Laso lo tenía muy claro. “Bastante subnormal el jugador. Yo como soy un poco sarcástico le habría dicho que qué es un telediario. Para que eso ocurra, el entrenador tampoco lo tiene que permitir. Seguro que hubo cosas en el camino. No se llega a situaciones de esas así como así. Si llegas a ese punto de fricción es porque no has hecho bien tu trabajo. Yo no llegaría nunca a una situación así. Prefiero que el trabajador no esté y, si no, yo. Al final la que sale perjudicada es la empresa”, señaló. La tertulia la conducía el afamado periodista Rafa Muntión y era el entrenador el que respondía. El tono ha sido muy cordial y desenfadado.

Otro de los momentos culminantes de la charla fue cuando se le preguntó por un jugador que ficharía para el Baskonia si tuviera ocasión ahora mismo. “Si pudiera fichar a cualquier jugador del mundo, traería a Tavares. No estamos en la NBA y, si así fuera, igual fichaba alguno de allí. Pero estamos en Europa, en la ACB y en la Euroliga y es él el que la conoce. Por eso me lo traería antes que a otro. No debe haber ningún favoritismo con ningún jugador, sea la estrella o el más tarde”.

Laso habló de sus sensaciones después de ser jugador y pasar al nivel de los entrenadores. “El deporte en general ha cambiado mucho. Yo siempre digo que antes jugábamos unos amigos con dos americanos. Ahora esto es una empresa. En una compañía podría ser uno de los grandes responsables porque tengo mucha responsabilidad y gestiono ilusiones. Sería un capitán general en el ejército porque el jefe es el propietario, Josean Querejeta”, añadió.

El técnico vitoriano habló de su relación con el máximo mandatario del club. “La comunicación con la propiedad es importante, ya sea de día o de madrugada. El dinero no te hace más poderoso porque yo no soy el que más cobra. De hecho, hay jugadores que pueden cobrar más que yo pero tienen menos poder dentro del grupo. El dinero está muy bien, te ayuda, pero no te hace ser el más importante. El respeto se gana con los trabajadores de otra manera”, señaló.

Sentarse en estos tiempos en un banquillo exige una preparación especial. “Ahora mismo hay que saber muy bien idiomas para entrenar a un equipo como el Baskonia. Ahora voy al entrenamiento y solo va a haber un jugador castellanohablante. No puede ser que fichemos a doce jugadores de Llodio por el tema del idioma. Si le dijera eso al club, me contestarían que me marchara a entrenar allí, no a un equipo que quiere competir en Europa. Hay que tener las cosas claras”, dijo.

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Pablo Laso también explicó su filosofía de funcionamiento. “Creo que el objetivo no puede ser tener que ganar el domingo. Si lo haces eres el mejor y, si no, hay que echar gente. Lo que hay que hacer es trabajar para poder ganar muchos domingos, no solo este. Mira… en pretemporada se escribió en redes que no ponía a un jugador. ¿Sabes lo que hice en el siguiente amistoso? Decidí que jugaba ese y con cuatro más”, indicó.

La dinámica del día a día es importante a la hora de gestionar un grupo deportivo de primer nivel. “Hay normas obligatorias. Si tenemos un patrocinador de ropa, se baja a cenar con la ropa oficial, no la particular. Pero, por ejemplo, yo llevo a los niños al colegio a las 9 de la mañana y, si puedo, a mis trabajadores les dejaré que lleguen a las 9 y cuarto. Eso sí, en lugar de la 1, tendrán que irse a la 1 y cuarto. Y seguro que lo agradecen y lo aceptan con los ojos cerrados”, justificó.

Siempre se ha comentado que uno de los entrenadores en los que se ha fijado Laso en su carrera profesional ha sido Zeljko Obradovic. “Tiene que haber naturalidad en el trato con los jugadores. Creo que a la gente le gustaría tomar una cerveza conmigo pero cuando estoy trabajando, las cosas que hago es porque las siento. Y es algo que tengo que transmitir a mis jugadores. Por eso me sacan en la tele montando grandes broncas. Pero por tomar una cerveza luego no pierdes el mando en ningún momento, eso lo tengo claro”, advirtió.

También se le preguntó sobre sus planes para la presente temporada en Vitoria. “Como gestor de grupo, me tengo que plantear objetivos. No me quiero frustrar antes de empezar. Si aspiro a ganar la Copa, la liga y la Euroliga y no lo consigo, me frustro. Pero si no aspirara… para qué entreno. Si hay equipos mejores que el mío, pues que me ganen, pero que les cueste. Lo que aspiro es a ser cada día mejor y a poder tener un equipo capaz de ganar a todos o a casi todos los rivales. Es muy difícil que ganemos la Euroliga, es una realidad. Veo los equipos que hay y sus inversiones, pienso en el sistema de competición y lo veo muy complicado. Esa es la realidad. Yo, si voy a la Final Four, luego la quiero ganar. No me contento solo con llegar a jugarla”, aseguró.

Preguntas de los empresarios presentes

Después de su comparecencia hubo preguntas de algunos de los presentes. ¿Entrenaría al Barcelona, volvería al Madrid y le gustaría ser seleccionador español? Y no se escapó, respondió con contundencia. “Esa no es una pregunta para mí. ¿Entrenaría al Barcelona? Sí. Habría que preguntar al Barcelona si le interesa fichar a Pablo Laso. ¿Entrenaría al Real Madrid de nuevo? Sí, ¿por qué no? También habría que preguntar al Real Madrid si está interesado en fichar a Pablo Laso. Y lo mismo digo, por ejemplo, con la selección española. Yo me dedico a entrenar, puedo hacerlo en cualquier club que me quiera”, señaló.

También fue cuestionado por, como en el fútbol, el calendario recargado y las lesiones de los jugadores debido a los viajes, partidos y exigencias de la competición. “Lo importante es que los jugadores tengan salud. Además, apenas tenemos tiempo para entrenar y hay muchos viajes. Mira que he ido veces a Turquía, igual más de 50 veces. Pero tengo el mismo poco pelo de toda la vida, no me he puesto nada. Lo de las lesiones en el fútbol puede aplicarse al baloncesto. Se están lesionando jugadores e igual nos estamos cargando el espectáculo”, comentó.

Hubo más cuestiones curiosas y cercanas. “Cuando era jugador del Baskonia me hubiera gustado tener a un entrenador como Pablo Laso. Yo era un poco tocahuevos y me habría hecho falta un entrenador más tocahuevos que yo. El tema del ego de los jugadores es complicado. Cada uno viene de un padre y una madre distinta y hay que saber convivir con todos. Lo importante es conocer el ego de una persona, luego no te tienes que creer que lo puedes controlar. Igual lo puedes gestionar un poco pero hay que respetar también la personalidad de cada uno. Hay gente que le echas una bronca y le da igual y otros que se hunden. Yo no me preocupo si un jugador me manda a la mierda. Hay un jugador que me solía mandar mucho a la mierda y ahora me llevo muy bien con él. Es que, en el fondo, yo era igual. A Manel Comas le mandé a la mierda muchas veces. Lo importante es que las reacciones no hagan daño al equipo. Al árbitro, por ejemplo, no hay que protestarle si sus reacciones hacen daño al equipo”, advirtió.

Uno de los presentes le preguntó por el quinteto ideal de la historia del Baskonia. “Te diría que Scola, Nocioni, Bennett, Splitter y… yo. Si fuera futbolista, no me veo identificado ni con Cristiano, ni con Mbappé, ni con Messi. Con Mbappé no tengo ni color. Si me ofreces la posibilidad de elegir a Xabi Alonso, me quedo con Xabi Alonso. También he pensado en Sivera, el portero del Alavés, pero a mí nunca me ha gustado ser portero. A propósito, el otro día le vi hacer un paradón de la leche contra el Sevilla. Al Alavés no le he visto todavía en Vitoria pero sí fui a San Sebastián a ver el partido de liga”, recordó a los presentes, casi todos empresarios.

Jugar en Vitoria no supone una tensión especial para él a pesar de haber nacido en esta ciudad. “La presión existe en todos los sitios. ¿Pensáis que que en Donosti no hay presión? Recuerdo que, estando allí, todos los lunes me encontraba con un señor que me comentaba que no habíamos jugado bien. Así que cuando perdíamos, imaginaos los comentarios… ¿ves? Ya te decía que, aún ganando, no estábamos jugando bien. A veces tenemos ganas de vivir en la crisis continua y yo creo que no es necesario”, defendió.

Hay reglas del baloncesto que deberían modernizarse. Si le dieran una opción, ¿qué cambiaría? “La primera regla que cambiaría sería la de las dimensiones del campo. Cuando Pablo Laso empezó a jugar las medidas eran las mismas que cuando se retiró. Y ya estaba en marcha José Manuel Calderón. Pienso que es algo que hay que abordar con seriedad y tomar decisiones pronto”, aseguró.

Laso piensa que es más duro ser entrenador que jugador. Estos últimos se van a tomar algo después de un partido y muy pocos se llevan la tensión a casa. “Toshack dijo un día que no volvía a poner ninguno de los once que había elegido un domingo y, a la semana siguiente, volvió a repetir el equipo. Estuvo una semana dándole vueltas la manera de mejorar el equipo y luego se dio cuenta de que no tenía otra posibilidad. Es mucho más complicado ser entrenador que jugador. Sí veo que es importante implicarse en la ciudad y en el club porque la afición es el motor. Si no hubiera seguidores no existiría el Baskonia, el Gipuzkoa Basket o el Real Madrid. Y, si no estás implicado tú, no puedes llevar ese sentimiento a la plantilla”, explicó.

Otra pregunta interesante fue la de saber cual era el partido soñado que le habría gustado presenciar si pudiera elegir una a lo largo de la historia de este deporte. “Me hubiera encantado un partido mítico entre los Lakers y Celtics en la época dorada. Y eso que no soy de ninguno de los dos equipos, soy de San Antonio. Hace años era de Utah pero, más que nada por su base, Stockton”, justificó.

También le plantearon cual había sido la canasta más impresionante que había presenciado en su vida. “Llull metió una canasta para ganar una Copa del Rey en el último segundo. Pero recuerdo una canasta de Bulfoni contra León cuando yo estaba en Santander. Recuerdo que tiró sin mirar, pegó en el tablero y acabó entrando. Nos eliminaron y no pasamos de fase”, dijo.

Al estar rodeado de empresarios, tuvo que hablar de sus inversiones. “Con lo primero que gané, compré un piso. Luego he invertido en cosas que me han salido bien y otras que no, como todo al mundo. Lo que sí he hecho es ganar dinero con el baloncesto, tanto como jugador como entrenador. Tuve un profesor en San Viator, al que quiero mucho que me dijo… Sí, tú te creerás que vas a vivir del baloncesto, ¿no?. Lo llevas claro. Pues mira, al final lo he conseguido. Nocioni decía que en España había crisis pero es que en Argentina, vivían en crisis. Todo depende de la perspectiva”, indicó.

Laso reconoció el mérito de Josean Querejeta dentro del proyecto del club. “Aquí el rey tira del caballo. En las empresas, la mayoría de las crisis vienen cuando hay que cambiar al jefe. “El CEO de Cepsa lo ficha Zara…” El primero está jodido y el segundo, feliz. Pues eso se puede aplicar perfectamente al deporte. Hace poco leí que somos una de las tres ciudades que juegan en Primera de fútbol y en Euroliga. Y eso es porque el que manda lo estará haciendo bien, ¿no?”, desgranó.

También habló de sus sensaciones a pocos días de comenzar la temporada en Tenerife. “El equipo mejora cada día, tengo un grupo muy joven y con buen físico. Estoy muy satisfecho por ahora. Cuando me hablaron de la posibilidad de venir estaba en Alemania y me sentía obligado a seguir apostando por ese proyecto. Si ahora me llaman de los Lakers, lo que tengo que hacer es seguir centrado en el Baskonia. Mi sueño es que la gente se sienta orgullosa del trabajo que has hecho, que se valore el trabajo que has hecho. Con eso me daría por satisfecho”, sentenció.