Sergio Gómez guía la reacción contra el Valencia

San Sebastián

Take Kubo y Orri Oskarsson permiten renacer a la Real Sociedad y hunden un poco más a un pobre Valencia en el Reale Arena. Los donostiarras pusieron el juego y los goles para poder cambiar su mala dinámica de este comienzo de temporada. Pero los valencianistas volvieron a mostrar señales muy preocupantes, porque cometieron una vez más errores muy groseros que dieron muchas facilidades al rival.

Es una derrota muy dolorosa para un Valencia que no puede dejar pasar más tiempo para reaccionar. Pero es que se encontró con una Real que tuvo el colmillo que le había faltado hasta ahora, marcando los mismos goles que había marcado en todas las jornadas anteriores. Los realistas ganaron por fin en el Reale Arena esta temporada, ante el mismo rival ante el que había ganado por última vez delante de su afición. Kubo en la primera parte, al culminar una buena jugada colectiva; y Oskarsson en la recta final al aprovechar dos contragolpes bien llevados, dieron un triunfo balsámico, muy necesario, para la Real Sociedad. El islandés empieza a amortizar su elevada apuesta con un doblete en su estreno goleador como jugador realista en LaLiga. Pero el nombre propio del partido es el de Sergio Gómez, que dio dos asistencias y participó en los tres goles del partido, y se multiplicó en todo el partido para liderar el ataque de la Real, jugando en el centro de campo o en la banda. El badalonés se doctoró contra el Valencia.

En la Real Sociedad, Imanol decidió volver a su defensa de cuatro habitual y al esquema con extremos, con la vuelta de Kubo a la derecha, manteniendo en la izquierda a Barrenetxea, que cuajó una gran actuación en Niza, gol incluido. Regresó, además, al plan habitual de la liga, con Aguerd, Aramburu, Javi Lopez, Suçic y Sergio Gomez en el once inicial. Y en el Valencia, Baraja apostó por fin por Hugo Duro en punta de ataque y juntándolo con Javi Guerra para tener más capacidad de ultimo pase en los metros finales.

El donostiarra Hugo Guillamón intentó ser la oposición de Zubimendi, pero el faro de la Real completó una primera parte soberbia, dando un clinic de colocación sobre el terreno de juego y de dominio de la pelota. El partido empezó con mucho ritmo, con el Valencia tratando de evitar el juego de posesión de la Real con una presión muy alta. Pero los realistas poco a poco fueron imponiéndose en la medular, ganando terreno y llegando cada vez con más peligro a la portería de Mamardashvili.

Hasta que después de una una combinación perfecta, llegó el primer gol del partido. Zubimendi salió de la primera presión del Valencia, abrió para Barrenetxea, que de primeras cedió a Sergio Gómez pisando área y su centro al segundo palo lo remató libre de marca en el segundo palo Take Kubo. A partir de ahí, el dominio realista fue a más mientras los che trataban de levantarse sin éxito. La mejor noticia para el Valencia era que solo marcaba un gol en la primera parte una Real que no era capaz de matar el partido siendo superior.

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Tras el descanso, viendo el resultado tan corto, el Valencia adelantó su línea de presión y salió con ímpetu en busca del empate. Se colocó mejor sobre el terreno de juego y dificultó mucho más el juego de la Real. Fruto de ese paso adelante llegaron varias ocasiones que obligaron a estirarse a Remiro y Tarrega envió fuera un remate de cabeza franco en el área pequeña. Pero se encomendaba solo a la calidad de Tenés, que desde la banda izquierda generaba situaciones de peligro. Pero mientras los cambios no influyeron en nada en el juego del Valencia, que cambio todo un centro de campo desastroso en Anoeta; le sentaron mucho mejor a la Real, sobre todo con la salida al terreno de juego de Brais Méndez. El gallego se asoció con Sergio Gómez para generar la jugada del 2-0 que remató Oskarrson.

Y quién si no, Sergio Gómez redondeó su partidazo protagonizando la jugada del gol de la sentencia al robar en línea de tres cuartos y ser muy generoso para ceder a Oskarsson la gloria del gol. El islandés se estrenaba en LaLiga con un doblete que hace muy feliz a una Real que estaba muy mustia. Triste deberá seguir ún Valencia que ofreció señales preocupantes en San Sebastián.