Sociedad

Cuando los nobles dejaron de usar el euskera en Vitoria

La UPV publica en forma de libro los resultados de su investigación sobre las actas municipales de Vitoria de 1428

Actas municipales de Vitoria de 1478

Este jueves se han presentado los primeros resultados, publicados en forma de libro, que surgen de la investigación que está realizando la UPV/EHU en colaboración con el archivo municipal Pilar Aróstegui y el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz sobre las actas municipales de la ciudad fechadas en 1428 y 1479.

Se trata de dos de los 527 tomos disponibles, la documentación más completa y continuada sobre la vida de una población. En ellos se registran los acuerdos y disposiciones que los oficiales municipales tomaban en el desempeño diario de las tareas de gobierno, por lo que es el "activo intangible más valioso" de la historia de Vitoria, ha declarado el teniente de alcaldesa, Jon Armentia.

Algunos ejemplos de qué podemos encontrar en el libro son cómo, en 1498, el concejo de Vitoria prohibió que los vecinos honraran a los muertos en sus casas. A partir de entonces, tenía que hacerse en las iglesias, que fue una medida que los gobernantes tomaron para "colaborar con las demandas de los clérigos", leía textualmente la concejala de Cultura, Sonia Díaz de Corcuera.

También podemos ver cuál era la situación del euskera en la Vitoria de la época y los tintes sociales que implicaba: los historiadores recogidos en la primera parte del libro mencionan que, en la ciudad, los nobles ya empezaban a hablar castellano, mientras que "el pueblo llano" seguía con el euskera. En contraposición, en los pueblos de la llanada se decantaban por el euskera sin importar la clase social.

Joyas como cuáles eran las fiestas que se celebraban antes, como el juego de cañas (un juego en el que los hombres se juntaban en una plaza para simular un combate y en el que en vez de armas, se tiraban cañas), o que el año político duraba de septiembre a septiembre en vez de ser de cuatro años, algo que en palabras de José Ramón Díaz de Durana, director de la investigación, "implicaba que la venta de oficios, que generaba corruptelas, no fuera posible por esa elección anual", están presentes en este libro. Pero las actas en sí mismas son también una joya, porque Vitoria es la única de su entorno, junto con Burgos, que conserva archivos de esta antigüedad.

El objetivo es poner a disposición de la ciudadanía esta fuente de archivo inédita y, para ello, se ha realizado una transcripción de los documentos que se encuentran escritos en letra cortesana, creando un catálogo de acuerdos en castellano actual que contengan la misma información. Además, en ese afán de acercar el contenido a la población, se ha incorporado un catálogo cronológico de los acuerdos adoptados, un glosario de términos y un índice analítico –onomástico y temático– que permite una correcta interpretación del volumen.

Además, para que sea accesible en todos los sentidos, la fundación Sancho el Sabio "publicará la edición digital de estos volúmenes y de todos los que vengan en esta labor de largo recorrido, para favorecer y participar en la difusión a través del acceso libre y universal a todo lo que se publique sobre estas actas", ha anunciado su director, Jesús Zubiaga.

Los libros se dividen en dos partes: la primera se dedica a la publicación de estudios originales elaborados por especialistas en distintas materias, imprescindibles para contextualizar el contenido de las actas; y la segunda, por su parte, recoge la transcripción de los acuerdos adoptados por el Ayuntamiento vitoriano durante el año político que corresponda, acompañados de dos estudios, uno que contextualiza la elaboración de las actas y el otro el contenido de los argumentos políticos que están detrás de su elaboración. Estos dos primeros volúmenes son solo los primeros resultados de una larga investigación, ya que se publicarán 20 más.

 
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