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Sociedad

"Las personas que me acogieron fueron como una segunda familia"

La ONG Alboan busca personas que quieran acompañar a familias Sirias regufiadas recién llegadas a Álava

Programa de acogida a familias sirias

Wiam Hbeijan llegó a Vitoria, con su marido y sus tres hijos, en mayo de 2022. "En Líbano la vida era muy difícil", nos cuenta. Ella y su familia, primero, salieron de Siria huyendo de la guerra y fueron a Líbano. De allí, y de la mano de ACNUR, llegaron a Vitoria donde les esperaba una gran familia formada por personas, voluntarias, que han creado una red para acompañar a las familias en su llegada con todo tipo de trámites como buscar trabajo, ir al súper o al médico."Cuando llegué no sentí que había dejado a mi país, las personas que me acogieron fueron como una segunda familia", explica Wiam.

"Este es un modelo de acogida e integración para personas refugiadas que empezó hace 4 décadas en Canadá que ya existe en muchos países y el Gobierno Vasco ha sido pionero en el estado implantándolo", nos cuenta María Alba, técnica de Alboan que destaca, además, el trabajo colaborativo entre el Gobierno Vasco, ACNUR, la Fundación Ellacuría o Caritas para sacar adelante este programa por el que han llegado a Euskadi, desde 2019 11 familias, 2 de ellas a Álava.

Madre e hija

Ainhoa Urbina decidió, junto a su madre Blanca, apuntarse al programa para convertirse en familia de Wiam y ayudarles en su asentamiento y arraigo. "Acompaño a la familia en lo que necesite: ir al medico, tramites administrativos, o simplemente ser una amiga para hacer celebraciones o cumples" nos cuenta. Las personas que, como Ainhoa, deciden dar el paso reciben una formación previa. "La formación que se hace a las voluntarias, tiene dos partes, una técnica sobre conceptos y otra emocional para proporcionar herramientas para facilitar el proceso", nos ha contando Ruba Hassan. Ella es una mujer de Siria, que lleva 11 años aquí y que funciona como figura de medición cultural. "Facilito la compresion mutua y promover el respeto y convivencia", nos cuenta. Hassan que funciona como puente entre ambas culturas, ayuda a "superar barreras como la linguística o cultural".

La gran familia

Aunque el programa de acompañamiento- tras dos años- ya ha terminado y no tiene el apoyo técnico de Alboan, la gran familia que han creado las personas voluntarias y la familia de Wiam siguen manteniendo el vínculo. "Estamos la una para la otra y a mí el vínculo para mi me acerca a su cultura: no tenia prejuicios, tenia desconocimiento y ahora sé que son super hospitalarios", cuenta Ainhoa.

A final de año llegan a Álava 2 familias sirias que ahora están en Líbano. "Ahora mismo no tenemos casa así que desde aquí, si alguien tiene una vivienda, que nos diga y también si hay gente como Ainhoa que quiera formar parte de quienes acogen que se pongan en contacto con Alboan", apunta.