El frontón más antiguo del mundo reabre sus puertas: está en Madrid y lleva sin acoger partidos de pelota desde 1919
El Beti Jai de Madrid, frontón industrial más antiguo del mundo que se mantiene en pie y rehabilitado hace unos años, acoge ahora un centro de interpretación sobre la historia de la pelota
El frontón más antiguo del mundo reabre sus puertas: está en Madrid y lleva sin acoger partidos de pelota desde 1919
Bilbao
Ha pasado más de un siglo desde que el frontón Beti Jai de Madrid acogió su último partido de pelota. Fue en 1919. La instalación había sido construida a finales del siglo XIX, en la época dorada de este tipo de instalaciones. Cuando fue inaugurado, en 1894, tenía una cancha de 20 metros de ancho y 67 de largo y sus gradas, una capacidad para más de 4000 espectadores. A día de hoy es el más antiguo que queda en pie en todo el mundo. Y el único superviviente en la ciudad de Madrid.
Este sábado, la pelota volverá al Beti Jai. Será gracias a la iniciativa de un grupo de vecinos del barrio de Chamberí, que hace unos años decidió constituir la plataforma 'Salvemos el Beti Jai'. "Es lamentable ver el estado en que se encuentra un monumento tan importante, así como la desidia que muestran tanto el propietario como las administraciones responsables", declararon entonces sus impulsores. Era el año 2009.
Las obras de restauración
El frontón se encontraba prácticamente en ruinas. Abandonado durante décadas, en su interior había maleza y todo tipo de escombros. Hay que tener en cuenta que se trata de un edificio no techado, con lo que el interior, tanto la fachada como las gradas o el suelo de la cancha, estaban en un estado deplorable. En 1990 se había iniciado la tramitación para declararlo Bien de Interés Cultural, pero no obtuvo dicho estatus hasta 2011.
En 2015, el Ayuntamiento de Madrid lo expropió y, durante la etapa de Manuela Carmena al frente del consistorio, se iniciaron las obras para sacar al edificio del estado de ruina. Ahora, años después, finalmente se acaba de abrir de nuevo al público. Desde marzo acoge visitas guiadas y en sus primeras plantas se ha abierto un centro de interpretación que se puede visitar por las mañanas.
Fue taller, fábrica y cárcel
Cuando fue inaugurado, el Beti Jai acogía partidos de xistera, la modalidad estrella de la época. Su éxito fue enorme, tanto que comenzó a programar también concursos hípicos y conciertos musicales. Tras el final de los partidos de pelota, el frontón fue utilizado como taller de coches, fábrica de pan, almacén e incluso como centro de pruebas del inventor Torres Quevedo. Allí probó sus dirigibles.
Después, durante la Guerra Civil, se convirtió en cárcel. Ya con la dictadura de Franco instalada en España, el Beti Jai de Madrid fue teatro, sala de ensayos para grupos vinculados a la Falange, acogió exposiciones de muebles y elementos de decoración e incluso ejerció de infravivienda a modo de corrala. Ahora, al fin, recupera, aunque sea de manera puntual, la función para la que fue diseñado.