El silencio de Belgrado confirma el renacer europeo de la Real

San Sebastián

La Real Sociedad se reengancha a la Europa League con su primer triunfo de la temporada en la competición. Llegó en Belgrado contra el Maccabi Tel Aviv, en un partido en el que se llegó a poner 0-2 con los goles de Pacheco y Sergio Gómez, y en el que acabó pidiendo la hora por un postrero gol de Jurgemann en casi su única ocasión clara. El equipo realista cuajó un partido bastante completo, salvo al comienzo de la segunda mitad cuando le entraron unas dudas que cerca estuvieron de costarle muy caras. El colegiado anuló un gol a Sadiq por fuera de juego posicional bastante dudoso de Aguerd. La victoria mete a la Real en posiciones de playoff y le acerca un poco a los octavos de final, le mete en la pelea por clasificarse para la siguiente fase de este renovada Europa League. Un triunfo que confirma su mejoría, porque tras el parón ya ha ganado dos partidos de manera consecutiva, y los dos fuera de casa.

Con un once más reconocible de lo esperado, o que en anteriores partidos europeos, la Real Sociedad salió a mandar en Belgrado y tener más presencia con el balón que un Maccabi Tel Aviv que de entrada fue más conservador, dejó la iniciativa a los donostiarras e intentaba hacer daño con transiciones rápidas. El partido tenía un aspecto de lo más desangelado con las gradas del Estadio Partizan casi vacías. Parecía que habíamos retrocedido a la época del coronavirus. Con la diferencia de que en esta ocasión había cien valientes aficionados realistas que no pararon de animar en ningún momento.

Empezó el partido muy igualado, con el equipo israelí presionando arriba y bastante bien, intentando también tener la pelota y disputando la posesión a los donostiarras. Pero poco a poco la Real se fue haciendo dueño del juego hasta acabar encerrando en su área al Maccabi. Los donostiarras empezaron a tener ocasión más o menos claras, sobre todo en las botas de Sadiq, pero tuvo que ser q balón parado cuando la Real pudo desatascar el partido y abrir el marcador. Un gran saque de esquina de Brais Méndez lo remató de manera impecable Pacheco. El de Elizondo se reivindicaba después de un inicio dubitativo de temporada en lo personal. El gol espoleó al equipo realista y dejó tocado al Maccabi, que acabó la primera parte pidiendo llegar al vestuario sin recibir más goles.

Era de esperar que el equipo israelí saliera con todo a por el empate nada más volver de vestuarios. Así lo hizo y a la Real le debió coger de sorpresa, porque no lo supo leer y pasó muchas dificultades para sacar la pelota en los primeros diez minutos. Tuvo pérdidas muy peligrosas y no recibió el empate de puro milagro. Se rehicieron los donostiarras con varios balones largos, a la espalda de la defensa del Maccabi, que era lo que pedía Imanol de manera incesante. Así llegó el gol de Sadiq, anulado por fuera de juego posicional muy dudoso de Aguerd. Pero sobre todo el 0-2 de Sergio Gómez, después de una gran jugada entre el propio Sadiq y Becker. Parecía que el partido quedaba visto para sentencia con ese tanto, pero la Real se empeñó en complicarse la vida dando todas las facilidades del mundo para que Jurgemann cabeceara casi a placer el 1-2 que le metía el miedo en el cuerpo. Por fortuna, el Maccabi se quedó con un jugador menos y el efecto reacción se deshizo con la gaseosa. La Real ganaba con más miedo de lo esperado, pero también con justicia conseguía su primer triunfo en esta Europa League.