Tras 'El 47': La historia de cómo los barrios altos de Bilbao conquistaron el transporte público

Bilbao

En una época marcada por la transición política, los movimientos vecinales de Uretamenti, Betolaza y Rekalde se unieron para demostrar que los autobuses podían llegar a sus comunidades, incluso en las empinadas laderas de la ciudad.

El 16 de abril de 1978, semanas antes del famoso secuestro de un autobús en Barcelona, los vecinos de Betolaza se organizaron y, con audacia, tomaron dos unidades de autobús, llevándolas a su barrio. Esta acción pionera no solo reveló la necesidad de mejorar la calidad de vida de los residentes, sino que también sentó las bases para futuras reivindicaciones en Bilbao. Rafa Natera, quien era chófer en una empresa de autobuses que trasladaba a los obreros que trabajaban en la construcción de la central nuclear de Lemoiz, recuerda: "Cuando secuestraron el autobús, los vecinos de la asociación con los que iba a la manifestación me dijeron que desde el ayuntamiento se negaban a que ningún profesional subiera. Me comentaron que, si yo subía uno todos los días, debía hacerlo. Así que, claro, lo subí. Desinflaron las ruedas y ahí se quedó."

El 1 de julio de 1978, gracias a la presión vecinal y a la instalación de un semáforo para facilitar el acceso, el Ayuntamiento extendió oficialmente el servicio de autobuses a Betolaza. Esta iniciativa no se limitó a este barrio; en los años 80, otros sectores como Masustegui y Monte Caramelo también se unieron a la causa, expropiando una treintena de autobuses para garantizar su conectividad. Feli Carretero, veterana de los movimientos vecinales en Uretamendi y Betolaza, también comparte su perspectiva: "Fue una fiesta, porque nos cambió muchísimo la vida a las personas mayores. Bajar a los médicos o hacerlo con los carritos de los niños era un gran desafío."

Documental "El 27"

Fer Atxa, trabajador del Centro Comunitario Aluxeta de la Asociación Gazteleku, ha trabajado para recordar esta historia de lucha vecinal organizando un coloquio y una proyección del documental "El 27" para los vecinos y vecinas de Rekalde. "A raíz de leer sobre la historia de los barrios de Bilbao, conocí la historia del aitite de una compañera de trabajo, quien también estuvo involucrado en el secuestro. De ahí nos interesamos por ella y creemos que es importante recuperar la memoria histórica y entender cómo se consiguieron los derechos de los que ahora disfrutamos."