Eduardo Chillida: un siglo de arte y legado industrial en Gipuzkoa
Los trabajadores de la Gran Forja de Patricio Echeverría en Legazpi, artífices del legado escultórico del maestro, comparten sus recuerdos y experiencias.
Entrevista a los artesanos de Chillida
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San Sebastián
En el centenario del nacimiento de Eduardo Chillida, se rinde homenaje a la profunda conexión entre el arte y la industria en Gipuzkoa. Los trabajadores de la Gran Forja de Patricio Echeverría en Legazpi jugaron un papel crucial en la creación de las monumentales esculturas del artista, incluyendo su emblemática obra "Peine del Viento" en San Sebastián. Estos artesanos no solo dominaron el manejo del hierro, sino que también cruzaron los límites fabriles para contribuir al mundo del arte.
En “Hoy por hoy San Sebastián” nos hemos trasladado a Chillida Lantoki, una antigua fábrica transformada en museo donde se fusionan arte y trabajo industrial, donde hemos tenido la oportunidad de conversar con algunos de estos talentosos artesanos. Durante la entrevista, Abel, Claudio, Agustín, Gregorio, Juan Mari, José Mari, Iñaki y Daniel compartieron sus vivencias sobre su colaboración con Chillida. "Fue algo especial trabajar para él", afirmaron unánimemente.
La relación laboral-artística comenzó cuando Chillida traía sus primeras maquetas a la forja. "Nosotros hicimos el primer Peine del Viento de Donosti", recordaron con orgullo. A medida que avanzaba el proyecto, los trabajadores se dieron cuenta de que estaban contribuyendo a algo más grande que ellos mismos. "La importancia la estamos teniendo ahora con esta entrevista y este premio", añadieron. Los recuerdos fluyeron mientras hablaban sobre anécdotas y poemas que surgieron durante su tiempo con el escultor.
A pesar de que Chillida decía no saber euskera, siempre buscaba nombres euskaldunes para sus obras y mantenía contacto con la Academia Vasca. Su legado sigue vivo no solo en las esculturas que creó, sino también en el reconocimiento que estos trabajadores están recibiendo hoy.
Al pasear por el Peine del Viento, los artesanos expresaron una mezcla de orgullo y nostalgia. Sin duda, sin su dedicación y habilidad, las obras maestras de Chillida no habrían sido las mismas. Hoy celebramos no solo al artista, sino también a aquellos que hicieron posible su sueño artístico.