"Nos tenemos que plantear para qué se crean Fake News con IA"

Vitoria-Gasteiz

La Inteligencia Artificial ya forma parte de nuestras vidas y marca el día a día y muchos aspectos de nuestra vida. De hecho, muchas de las herramientas, aplicaciones y programas que utilizamos de manera regular ya funcionan, gracias o con la IA, que es verdad nos ayuda con algunos mecanismos y hace más ágil o fácil parte de los procesos, pero también conlleva algunos peligros. Ahí, en su conocimiento pleno y cómo utilizarla, de la mejor de las maneras en las aulas, es donde han puesto el foco desde el centro de educación Urkide.

El primer paso en el que ya están trabajando es en formar y dar los cursillos sobre Inteligencia Artificial al profesorado. Gustavo Rivera, profesor de infantil, miembro del equipo directivo y encargado de estos talleres nos cuenta como "es un paso lógico que teníamos que dar, este es un miedo que debemos perder porque ya está aquí y debemos convivir con ella. Además es una herramienta muy útil utilizada de la manea adecuada y nos puede dar un salto de calidad en la metodología de enseñanza". Herramienta que los propios alumnos y alumnas ya estaban empezando a utilizar, como nos ha confesado Arantxa Urdaniz, jefa de estudios de Urkide. "El año pasado una alumno hizo una exposición oral que reflexionaba sobre la Inteligencia Artificial, en la que terminaba preguntando si ese trabajo lo había realizado él o había sido obra de la IA. Ese fue el punto en el que nos dimos cuenta que teníamos que formarnos en el tema, porque concretamente este alumno sabía más que nosotros".

La formación que se va a hacer para el profesorado "queremos que sea efectiva y útil, que sirva para resolver problemas de cada asignatura, por eso la hemos dividido en cuatro grandes bloques que pasan por; el diseño de proyectos para la unidad didáctica, apoyo en labores burocráticas, la creación de materiales adaptados para el alumnado y el apoyo con más herramientas en las dificultades que pueda conllevar el aprendizaje", ha indicado Gustavo Rivera.

Un primer paso que luego se tiene que trasladar a las aulas y están viendo, también la manera de poder implicar a las familias, al igual que sucedió con el programa 'Reset' contra el uso indiscriminado de las pantalla y que tan buenos resultados está dando, concienciando sobre todo a cada vez más alumnos, alumnas y familias.

Identificar las Fake News desde la filosofía y el periodismo

Una de las cuestiones en las que ya se está trabajando es la identificación de las Fake News. Por un lado en la asignatura de filosofía, en 4º de la ESO, y también en el mismo curso, con el proyecto interdisciplinar sobre periodismo, poniendo el foco sobre la labor de los medios de comunicación. Urdaniz nos contaba como dentro del taller interdisciplinar de periodismo ponen la lupa en la identificación de los diferentes géneros de las noticias, pero sobre todo llevan a cabo una interesante reflexión sobre la ética periodística y el cómo saber identificar las Fake News, que "cada vez nos llegan más por las redes sociales, pero también nos podemos encontrar en internet, y hay que generar en el alumnado ese pensamiento crítico para que las sepan identificar", expresaba Arantxa Urdaniz.

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Mientras, en la asignatura de filosofía, Amaia Elejabarrieta estudia la identificación de las falacias que luego pueden llevar a generar esas Fake News. Todo ello desde un necesario razonamiento argumentativo. La asignatura termina con la representación de un comic, ya que "se representan de manera muy visual las falacias", nos indicaba Elejabarrieta, que también nos contaba como "el año pasado uno de los trabajos nos hablaba de cómo el que algún youtuber, instagramer o persona relevante dijese algo en redes sociales, ya se marcaba, sin dudar, como verdad, y con esto les hacemos ver que no siempre es así". Además este año se ha querido dar un paso más en la asignatura introduciendo el análisis de vídeos y noticias periodísticas.

Menos móviles

El colegio Urkide fue pionero a la hora de poner coto al uso de teléfono en las aulas a través del programa Reset Eskola. Este programa, que se puso en marcha en enero, limita el uso de los teléfonos dentro del propio centro. El impacto ya se ha notado en el centro. "Ahora mismo requisamos un 90% menos de teléfonos móviles en las aulas que antes", nos ha contado Aitor Pérez San Román, Director de Urkide. Pérez San Román reconoce, sin embargo, que probelmas asociados al uso y abuso de los teléfonos y las redes, como pueden ser el acceso a contenidos con porno o violencia, los trastornos de alimentación o la ansiedad, no se han reducido.

Toda la comunidad se ha involucrado en esta desconexión digital tanto en alumnado, como profesorado, como entre padres y madres. "Si el adulto que les hablas es coherente, ellos ven el ejemplo: no nos pueden ver usando el teléfono", nos cuenta Arantxa Urdaniz, Jefa de estudios de Urkide. En ese sentido, Felipe Luzuriaga, Presidente de la AMPA, cree que "ahora mismo las familias somos los que vamos más por detrás: se ha visto un cambio en el patio pero en casa, en lo de ser ejemplo, vamos un poco por detrás".

Otra de las medidas que se impulsó en el centro es retrasar la edad de entrega de los móviles a los 16 años a través de una adhesión voluntaria de las familias. "El 83% de las familias de infantil y primaria lo han firmado", apunta el responsable del centro. Sin embargo, esa cifra baja hasta el 13% en las familias de ESO, bachillerato. "Son familias que en muchos casos ya les habían dado el teléfono a sus hijos e hijas", señala.

Alumnos involucrados

Los alumnos han recibido bien la limitación de los teléfonos. Ibai Murcia, Sebas Barraza y Álvaro Otxoa de Eribe, de entre 19 y 21 años, recibieron sus teléfonos entre los 10 y 13 años. "Estamos de acuerdo los tres con que no solo seamos los alumnos los que limitamos el uso del teléfono, que a ellos también les cuesta", apunta Ibai. "Entiendo que te limiten el móvil porque estamos en un aula y muchas veces el móvil se usaba, por ejemplo, para mandar mensajes que no tienen nada que ver con lo que se está aprendiendo", apunta Álvaro. Sebas, por su parte, cree que es positivo "porque cuando tienes el móvil cerca a veces los miras por inercia".