'Entre banquillos', con Gorka Iraizoz: "Mientras en el campo demuestres que quieres ayudar al equipo, permito que te enfades conmigo"
Esta semana nos desplazamos hasta el campo de Urbieta para charlar con el entrenador de la SD Gernika
Bilbao
'Entre banquillos' se sienta esta semana en el de Urbieta para conocer cómo es el Gorka Iraizoz entrenador. Y es que al navarro la mayoría le conocemos sobre todo como futbolista, como portero. En San Mamés ejerció durante una década, entre 2007 y 2017. Pero también jugó en dos equipos catalanes, el Espanyol, con el que ganó la Copa del Rey de 2006, y el Girona, donde jugó las dos últimas temporadas antes de colgar los guantes.
'Entre banquillos', con Gorka Iraizoz: "Mientras en el campo demuestres que quieres ayudar al equipo, permito que te enfades conmigo"
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También jugó en Gernika en los inicios de su carrera como portero, en la antigua Segunda B, defendiendo la portería de Santa Lucía, aunque pronto destacó y se marchó a Barcelona. Con 12 temporadas en Primera División a sus espalada y un total de 444 partidos, repartidos entre el RCD Espanyol y Athletic Club, es el tercer portero con más partidos en el club rojiblanco tras Iribar y Carmelo.
El Gorka del banquillo
Como casi todos los entrenadores, confiesa que se sienta "muy poco" en el banquillo. En su caso, acostumbra a "caminar de lado a lado, así me siento más cómodo". Dice que tiene una gran relación con el entrenador de porteros del Gernika, Rufino Lekue, al que conoce desde hace años y que previamente estaba en el Amorebieta. ¿Tiene la tentación de 'meterse' en su labor? "No, no, no. Yo me doy la vuelta y le digo a 'Rufo' que no quiero mirar", confiesa.
Durante su época como jugador, hubo momentos en los que le tocó chupar banquillo. "Es peor lesionarse", sentencia. Claro que esa experiencia le ayuda a entender lo que sienten ahora los jugadores que él no escoge para el once. "Cuando pones o quitas, cuando decides quién juega, no hay nada personal, solo se hace pensando en el bien del equipo. Mientras en el campo demuestres que quieres ayudar al equipo, permito que te enfades conmigo", dice.
¿Por qué entrenador?
"A los porteros enseguida nos colocan como entrenadores de porteros. También es lo primero que yo pensé e hice. Realicé el curso en Las Rozas, estando aún en el Girona", confiesa Gorka. Sin embargo, un día, durante una charla con el director de la escuela, este le dijo que Iraizoz sería entrenador. ¿Por qué? Por algo que ocurrió en el Bernabéu: "Era uno de los últimos partidos antes de retirarme. Eusebio, que era el entrenador, se sentó en los minutos finales, y yo me quedé de pie animando a mis compañeros. No me lo creí, pero me puso el vídeo [el director de la escuela] y sí, era verdad".
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Y es que Gorka reconoce que ya tenía una cierta presencia en el banquillo cuando era portero. "En el vestuario ya me gustaba estar con los compañeros, ayudarlos, llevar las dinámicas de equipo. Al final, en el proceso de reflexión que me tocó hacer durante la pandemia, me di cuenta de que aquí es donde más podía ayudar a otros chicos a crecer y conseguir el sueño que yo también tenía y pude hacer".
Su carrera hasta la fecha
Cuando se retiró del fútbol, vivió automáticamente su primera experiencia en los banquillos como entrenador de porteros del Barakaldo, que entonces dirigía Aitor Larrazabal. Apenas unos meses pasaron hasta que dimitió de su responsabilidad, aunque la temporada siguiente regresaría a Lasesarre para entrenar al equipo juvenil.
En el verano de 2022 llegó a Gernika, también de la mano de Aitor Larrazabal, con el que ejercía de segundo. Con él se marchó un año después a la SD Logroñés, pero este pasado verano regresó a Gernika, ya en solitario, para convertirse en el primer entrenador del equipo, que milita actualmente en Segunda RFEF.