Sociedad

"Me duele quedarme como un estorbo": la historia de Rosa, desahuciada a sus 70 años en Astrabudua

Dos detenidos en una protesta contra un desahucio en Astrabudua de una mujer de 70 años y su nieto

"Me duele quedarme como un estorbo": la Historia de Rosa, desahuciada a sus 70 años en Astrabudua

Bilbao

Rosa, una mujer de 70 años, fue desahuciada de su hogar en Astrabudua, en el municipio de Erandio. La mañana del desahucio, un nutrido grupo de vecinos y activistas intentó impedir el procedimiento, mostrando solidaridad con Rosa y su nieto, con quienes compartía la vivienda. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y protestas en la calle, finalmente se ejecutó el desalojo.

La mujer, que enfrenta ahora una situación de vulnerabilidad extrema, compartió su tristeza y frustración tras el evento. “No, ahí no hay juicios, no ha habido juicios”, explicó al hablar con su abogado, quien le había informado que el proceso podría haberse extendido por uno o dos años más. A pesar de la situación, Rosa intentaba sobrellevar el difícil momento. “He sido toda mi vida muy luchadora, y creo que sigo siéndolo”, expresó, aunque con un dejo de resignación. Pero, de manera especialmente conmovedora, añadió: “La única pena que tengo es que creo que quedo como un estorbo”.

Un caso con respaldo vecinal y Social

Rosa no estuvo sola durante el proceso. Vecinos y activistas acudieron a su casa para intentar frenar el desahucio, mostrando una fuerte solidaridad comunitaria y su indignación frente a una situación que consideran inaceptable para una persona de su edad y situación. La asociación Stop Desahucios, junto con otros colectivos de la zona, también estuvieron presentes y dieron su apoyo a Rosa, denunciando lo que consideraron una falta de sensibilidad y atención hacia las personas mayores que atraviesan problemas de vivienda.

Uno de los manifestantes comentó que el caso de Rosa “no es aislado”, refiriéndose al aumento de desahucios de personas en situación de vulnerabilidad en la región. Señaló la importancia de buscar soluciones habitacionales y de implementar medidas que eviten que personas mayores, muchas de ellas con ingresos limitados o sin redes de apoyo, sean expulsadas de sus hogares.

Vecinos de Astrabudua intentan frenar el desahucio de una anciana de 70 años y su nieto

Préstamo de 7.000 euros que deriva en desahucio

Según explica Karla Pisano, portavoz del Sindicato Socialista de Vivienda, el caso refleja las dificultades que enfrentan personas mayores y de bajos ingresos cuando se ven obligadas a recurrir a préstamos de entidades que, bajo el lema de "créditos rápidos y accesibles", imponen condiciones desproporcionadas. “La señora solicitó un crédito de 7.000 euros hace ocho años y puso como aval su única propiedad. Los intereses abusivos y la falta de flexibilidad en el pago han hecho que hoy esté a punto de perder su hogar por completo”, explica Pisano.

El préstamo fue emitido por una empresa que se dedica a conceder créditos de pequeñas cantidades con condiciones que el sindicato tilda de abusivas. A pesar de que la anciana inició un proceso judicial para denunciar las prácticas de esta empresa por estafa, el juzgado ha decidido que debe abandonar la vivienda, que quedará en manos de la entidad. “Es una situación trágica que una deuda de 7.000 euros acabe arrebatándole la vivienda a alguien de 70 años”, señala Pisano, destacando la gravedad del caso.

Denuncia a las prácticas de entidades prestamistas

Desde el sindicato, Pisano ha denunciado las prácticas de la entidad prestamista que otorgó el crédito a la mujer, señalando que este tipo de empresas aprovechan la necesidad económica de personas vulnerables. “Estas compañías actúan sin control y con condiciones draconianas. Firmar uno de estos préstamos implica aceptar cláusulas que en la práctica son una trampa para el prestatario”, afirma Pisano. Añade que, en este caso, las cláusulas del préstamo incluyen tasas de interés elevadas y garantías que no se explicaron en detalle, lo cual, asegura, “ha atrapado a esta anciana en una espiral de deuda imposible de afrontar”.

El Sindicato Socialista de Vivienda reclama un mayor control por parte de las autoridades sobre las prácticas de estas empresas de préstamos y exige la creación de mecanismos que permitan a los afectados defender sus viviendas de manera efectiva. “Es imprescindible que se tomen medidas para proteger a las personas mayores y con bajos recursos de estos abusos financieros. No se pued

La plataforma insta a las autoridades locales a intervenir en el caso y reconsiderar el proceso, garantizando una vivienda digna y estable para la anciana y su nieto. En paralelo, se espera que la denuncia interpuesta por la afectada contra la empresa prestamista siga su curso judicial para esclarecer si se ha cometido algún tipo de abuso financiero en la gestión de este préstamo.