Vitoria impulsa un espacio de diálogo interreligioso para promover la convivencia y la visibilidad de las distintas creencias

En Vitoria se profesan 14 confesiones religiosas diferentes. Una pluralidad- de confesiones y cultura- que se reúne ahora en un foro, la Mesa de diálogo interreligioso'. Se trata de un espacio promovido por el Ayuntamiento de Vitoria para fomentar la convivencia y visibilidad de las diversas confesiones religiosas en la ciudad y está enmarcado dentro del derecho a la libertad religiosa y de culto reconocido por la Constitución española.

El concejal Pascual Borja apunta a que el nuevo espacio busca “remover obstáculos y eliminar barreras” que dificulten la práctica de la libertad religiosa, con especial atención a aquellos aspectos que a veces impiden el ejercicio pleno de estas libertades. Además, resalta la importancia de dar visibilidad a las distintas sensibilidades religiosas, como una forma de enriquecer la vida social de la ciudad.

El foro se ha reunido ya en cuatro ocasiones en las que el diálogo se ha centrado en cuestiones prácticas como los permisos para abrir centros de culto o la adecuación de la planificación urbana para responder a las necesidades de las comunidades religiosas. De hecho, la mesa volverá a reunirse mañana y en ese encuentro se hablará del PGOU, del Plan General de Ordenación Urbana que planifica la Vitoria de los próximos años, para conocer las necesidades de las diferentes confesiones.

De hecho, uno de los retos o problemas de las diferentes confesiones es la puesta en marcha de espacios de culto. "La mitad de los centros religiosos están en zonas industriales y eso no tiene encaje en la normativa", apunta Amed Zannouti, del colectivo musulmán. Zannouti apunta a que la comunidad musulmana se ha incrementado considerablemente en los últimos años, superando los 14.000 miembros. Muy diferente es la situación de las personas que profesan la fe bahá‘í. "Somos diez personas en Vitoria", nos ha contado Sami Khiari, que también pertenece esta comunidad y es miembro de la mesa. Desde el colectivo de evangelistas, Gerardo Antonio Alves, considera que este espacio puede ayudar a "visibilidad nuestra confesión y que la gente nos conozca".

Por otro lado, las primeras reuniones de la mesa han ofrecido un espacio de entendimiento mutuo, lo que ha permitido a las diferentes comunidades religiosas ponerse cara y compartir sus inquietudes. "Hay que buscar el denominador común de todas las religiones", apunta Jesús Santamaría, de Berri Ona, perteneciente a la comunidad católica. Khiari apunta a que el espacio es una oportunidad para "crear una convivencia más armónica y evitar que la religión sea una barrera en la vida diaria de los ciudadanos :es fundamental que nuestras creencias no nos separen, sino que nos unan como ciudadanos”, señala.

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En resumen, la mesa de diversidad religiosa en Vitoria se presenta como una herramienta clave para promover la convivencia pacífica, garantizar la libertad religiosa y reforzar la cohesión social en una ciudad cada vez más plural.