Euskadi recibe 181 millones de euros por gravámenes a la banca y energéticas en 2023
La previsión para 2024 estima que Euskadi reciba 185 millones, con un aumento significativo en la participación sobre la banca
Vitoria-Gasteiz
En una reciente respuesta parlamentaria, el consejero de Hacienda de Euskadi, Noel D’Anjou, ha detallado las cifras obtenidas por la comunidad autónoma a través de su participación en los gravámenes temporales sobre las energéticas y entidades financieras. Según los datos proporcionados, Euskadi recibió en 2023 un total de 181 millones y medio de euros gracias a estos impuestos extraordinarios.
El gravamen temporal energético generó en 2023 una participación de 102.6 millones de euros, mientras que el gravamen a las entidades de crédito y establecimientos financieros de crédito proporcionó 78.8 millones de euros. Estas cifras fueron compensadas dentro de los plazos establecidos por los acuerdos de la Comisión Mixta del Concierto Económico de diciembre de 2022.
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Para el ejercicio 2024, aunque aún no ha finalizado el año fiscal, las estimaciones indican que Euskadi podría recibir 185 millones y medio de euros, lo que representaría una ligera subida en comparación con el año anterior. Sin embargo, la distribución de la financiación cambiará significativamente, ya que, de esos 185 millones estimados, alrededor de 110 millones de euros provendrán del gravamen temporal sobre la banca, mientras que los restantes 75 millones se derivarán del impuesto sobre las energéticas. Este cambio en la distribución refleja un incremento en la aportación de las entidades bancarias, que antes no había alcanzado los niveles previstos.
Estos gravámenes temporales fueron implementados a nivel estatal para hacer frente a los beneficios extraordinarios de ciertos sectores, como el energético y el bancario, en un contexto de crisis energética y económica. La decisión de aplicarlos a estas grandes empresas ha sido motivo de debate, y hoy mismo, el Congreso de los Diputados continúa con la discusión sobre la vigencia de estos impuestos.
Desde su implementación, los gravámenes han supuesto una fuente importante de financiación para las comunidades autónomas. En Euskadi, como en otras regiones, esta medida ha permitido reducir el impacto de la crisis y destinar recursos a sectores prioritarios como la sanidad, educación y servicios sociales.
El consejero D’Anjou también subraya que, a pesar de los cambios en la distribución de las participaciones, el sistema de Cupo sigue siendo clave para mantener el equilibrio económico entre Euskadi y el Estado. La financiación derivada de estos impuestos se compensó dentro de los plazos establecidos, asegurando que el sistema fiscal vasco pueda seguir siendo sostenible a largo plazo.
El debate sobre los gravámenes y su impacto continúa en el Parlamento Vasco. En las últimas semanas, los representantes políticos han expresado opiniones encontradas sobre la eficacia de estas medidas y su impacto en la economía local. La cifra que Euskadi percibe por estos impuestos es vista como un indicador de la necesidad de equilibrar la carga fiscal de grandes corporaciones con el bienestar de la población.