"Barrenetxea lidera una clasificación con sabor a Zubieta": el análisis de la clasificación copera de la Real en Alicante

San Sebastián

Ya está. La primera eliminatoria de Copa del Rey ya es historia para la Real Sociedad. Y la mejor noticia es que esta historia que no empezó nada bien ha terminado bien. Que uno ya empezaba a ponerlo en duda, viendo las circunstancias y los antecedentes, afortunadamente ya lo suficientemente lejanos como para dejarnos influir por su influjo. Esta Real es diferente. Es fiable y no regala un partido de Copa. Es la extensión de su entrenador. Imanol no se fía de ningún rival en la Copa y afrontar cada partido con la convicción de que le va a acercar a la final. Es la clave de que con el oriotarra haya llegado tan lejos en el torneo del KO en los últimos años.

En Alicante se repitió la historia. Aun con sólo la mitad de la primera plantilla y sin sus principales estrellas. La Real volvió a tomarse el partido contra el modesto Jove Español con toda la seriedad del mundo, dignificando la competición a pesar del maltrato al que ha sido sometido por la Federación, y respetó al máximo a su rival. Sólo así se puede entender la gran primera parte que hizo, con un equipo titular con diez canteranos y muchos jugadores que han tenido hasta ahora poco protagonismo. Pero estaba Barrenetxea, y eso le bastó. Porque el donostiarra enchufado es oro puro, y con el brazalete de capitán voló para marcar dos goles y dar dos asistencias. Fue el factor diferencial del partido. Sin duda. Y una gran noticia que la Real le recupere para la causa en su mejor versión.

Pero lo más relevante del partido en el Rico Pérez fue que con una convocatoria de 19 jugadores de Zubieta, la Real Sociedad demostró que tiene el futuro asegurado. Porque debutaron otros cinco potrillos con el primer equipo. Y porque los goles fueron todos con label de Zubieta, salvo el de Sergio Gómez, que también llevó una asistencia de la cantera. Es el mejor síntoma de la salud de la Real como club. Los potrillos salvaron a la Real en Alicante, le sacaron de un buen lío, y demostraron a todo el mundo el potencial y el talento que hay en Zubieta, que es mucho. Muchos de los que en Alicante salvaron al club de una papeleta de la que no era fácil salir, acabarán siendo importantes en el club donostiarra. Al tiempo.