Ixone Fernández de Labastida: "Queremos eliminar la precariedad que hay en la UPV

Vitoria-Gasteiz

La Universidad del País Vasco (UPV-EHU) ha votado cambio. La candidatura liderada por Joxerra Bengoetxea ha superado, con el 63% de los votos, los apoyos recibidos por la actual rectora Eva Ferreira, quien obtuvo el 36% de los votos. Con este resultado, Bengoetxea será el próximo rector de la UPV, mientras que Ixone Fernández de Labastida, Doctora en Antropología Social y, desde el año 2017, Vicedecana en la Facultad de Relaciones Laborales y Trabajo Socia, será la próxima vicerrectora del Campus alavés.

“Estamos con la resaca emocional de todo el proceso. Ha sido una campaña intensa, pero muy satisfactoria. Llegamos exhaustas, pero contentas con el resultado, que refleja un trabajo colaborativo de principio a fin”, descata Fernández de Labastida, que cree que una de las claves ah sido el proceso de escucha activa que la candidatura de Bengoetxea llevó a cabo para elaborar su programa.“No nacimos de la nada, sino del malestar que se vivía en la universidad en los últimos años, y nos comprometimos a darle voz a esas preocupaciones. El lema de nuestra campaña fue ‘Guztion artean’ y eso es lo que hemos hecho, crear un proyecto inclusivo”, explica.

Una escucha que se quiere mantener durante el mandato. Para Fernández de Labastida, la universidad debe ser un espacio de escucha activa, donde tanto el alumnado como el profesorado y el personal de administración puedan expresar sus inquietudes y propuestas. “Nuestra campaña ha sido un ejemplo de lo que queremos implementar en el futuro: foros de participación y un Ágora digital que permita un diálogo constante y abierto”, afirma. Además, pone énfasis en el cuidado de las personas, tanto en el ámbito laboral como en el estudiantil. Propone la creación de servicios psicosociales para atender las necesidades emocionales del personal y de los estudiantes, así como medidas para prevenir y gestionar situaciones de violencia de género en el campus.

La campaña ha estado marcada por la dimisión de uno de los candidatos a Vicerrector de la lista de Eva Ferreira tras la revelación de que había abierto una cuenta anónima en redes sociales para atacar a la candidatura rival. Fernández de Labastida reconoce que este tipo de prácticas no fueron las esperadas; “nos hubiera gustado que la campaña se hubiera centrado más en el contraste de programas y en la creación de espacios de debate y lamentablemente, no fue así, y vimos cómo se difundían bulos y desinformación como que íbamos a eliminar las aulas de la experiencia”, comenta.

En cuanto a los principales problemas que afectan actualmente a la universidad, la futura vicerrectoraapunta a las condiciones laborales y la burocracia como dos de los retos más urgentes. “Existen bolsas de precariedad en la universidad, especialmente entre el profesorado de sustitución y el personal técnico y es una realidad que no se puede seguir ignorando”, señala. Además, subraya la necesidad de una mayor inversión en digitalización y en la reducción de la carga burocrática, un aspecto que impacta directamente en la eficacia de la gestión universitaria. También destaca la importancia de aumentar el personal técnico de administración y servicios para aliviar a los docentes de estas tareas.

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La financiación es otro de los grandes retos. Actualmente, la UPV recibe solo el 0,4% del Producto Interior Bruto (PIB) del País Vasco, muy lejos del objetivo del 1% recomendado por la Ley de Universidades. “La financiación será uno de los principales desafíos. Aunque no depende únicamente de la universidad, vamos a luchar por acercarnos a ese 1% para poder dar respuesta a las necesidades de los campus”, asegura.

En cuanto a las infraestructuras, Fernández de Labastida señala que el Campus de Álava necesita una reforma urgente en algunos de sus edificios y espacios. “Hay facultades- como el ala norte de la facultad de Deportes- que necesitan intervención y laboratorios que están en condiciones precarias como la falta de agua caliente o enchufes", apunta. En ese sentido una de los objetivos que se fijan desde el nuevo equipo es elaborar un diagnóstico exhaustivo y priorizar las reformas necesarias para mejorar las condiciones de trabajo y estudio. Aunque esa es la prioridad que se fija, la nueva vicerrectora también apunta a la necesidad de “nuevos espacios” a futuro.