“Cualquier persona puede acabar en la calle, también miembros de las mejores familias"
Antiguos usuarios del Dispositivo de Acogida Invernal de Debabarrena relatan su experiencia y reivindican la necesidad de este servicio que el Ayuntamiento de Eibar se negó a prestar
Persona sin hogar de Eibar: “Cualquier persona puede acabar en la calle, también miembros de las mejores familias"
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Eibar
Más de 4 mil personas se encuentran en situación de calle en Euskadi, muchas de las cuáles acuden en invierno a albergues que se ponen para protegerse del frío por las noches. Este año no será así en Debabarrena después de que el Ayuntamiento de Eibar anunciase el pasado invierno que no prestaría más este servicio comarcal y dejase la responsabilidad en los demás municipios.
En ese contexto tanto antiguas trabajadoras del Dispositivo de Acogida Invernal como ciudadanía de la comarca han reclamado la reapertura de este servicio. Así, el martes 26 de noviembre un grupo de personas crearon la plataforma END para luchar cotra el sinhogarismo y solicitar un albergue no solo para épocas de frío, sino que abra todo el año.
También dos usuarios, Alfredo Pérez y Luis Santos, de nombres ficticios para proteger su anonimato, consideran necesario este servicio. “En una ciudad tan grande como Eibar han quitado este servicio sin poner otro”, apunta Pérez.
Además, considera que el servicio de por sí no era suficiente pues solo atendía por la noche: “Salíamos de allí a las 10:00 y hasta las 20:00 no podíamos volver, muchas personas se quedaban deambulando por la ciudad hasta que el albergue abriera; hace falta un centro de día que cobertura hasta la noche".
Autonomía
Por su parte, Luis Santos señala que se encuentra “mejor que nunca” tras recibir la asistencia de servicios sociales y se siente orgulloso. Coincide con él su compañero, pero deja claro que “no les regalan nada”.
“Cada persona tiene que cumplir unos objetivos como asistir a los médicos correspondientes, hacer papeleos o en el caso de tener alguna adicción, trabajar para superarla“, explica. En ese sentido recuerda lo que le decían desde servicios sociales: ”Cada uno tiene el timón de su vida, no pueden remar por ti".
Denuncian también los prejuicios que la sociedad tiene hacia las personas sin hogar y aseguran que nadie elige estar en la calle, son las circunstancias las que las empujan a ello: “Se habla de delincuencia, cuando estás obligado a vivir en la calle, te buscas la vida cómo puedes".
Explican que elos son responsables de sus actos, pero no siempre de su situación y alegan que nadie está a salvo de acabar en situación de calle: “Cualquier persona puede acabar en la calle, también miembros de las mejores familias".