Las víctimas del 3 de marzo piden acceder a los archivos militares

Vitoria-Gasteiz

Hoy se ha vuelto a reunir el Patronato de la Fundación Memorial 3 de marzo en Vitoria, en un encuentro que, aunque formalmente era una repetición de la constitución de la Fundación, tenía como objetivo subsanar algunos errores administrativos detectados tras su creación en febrero. "Se había constituido el Patronato pero con los nombres de las personas que lo integraban y no con los cargos", explica Nerea Martínez, de la Asociación 3 de marzo, que apunta a que "las instituciones están enredadas en aspectos burocráticos" y en ese sentido pide que se den pasos hacia delante y "avances reales ya", una vez que se han solventado. "Lo que hemos vivido es un proceso desconcertante y avanzar está siendo complicado", señala Martínez.

El parón en el avance, en parte, se ha dado por las elecciones en Euskadi y el cambio en la dirección del Goroga, el Instituto de la Memoria, de Convivencia y los Derechos Humanos. Julen Díaz de Argote, presidente de Memoria Gara, apunta a que la primera reunión con Alberto Alonso- director de Gogora- "fue bastante bien". Díaz de Argote, además, ha apuntado a que en ese encuentro se solicitó a Gogora varias peticiones: la creación de un cronograma de trabajo, la apertura de una nueva ventanilla para que las víctimas no reconocidas puedan aportar sus testimonios y su apoyo para poder acceder a archivos históricos relevantes. Respecto a esto último, el presidente de Memoria Gara, apunta a la necesidad de tener la versión del "aparato represivo de aquellos días" y, por eso, se ha solicitado apoyo para poder acceder al Archivo Militar de Ferrol, al Archivo General de Alcalá de Henares y al de Salamanca para obtener información más detallada sobre las "las actuaciones policiales acerca del gobernador civil" o- en el caso del Archivo de Salamanca- "las sentencias del Tribunal de orden público".

La historia de Manuel Pizarro

Desde 'Memoria gara' y la Asociación del 3 de marzo están recopilando documentación, testimonios de las víctimas y objetos. "Estamos recabando la información de muchas maneras, entrevistando a personas, recogiendo testimonios...", explicó Díaz de Arroyabe. De hecho se ha conseguido el testimonio de siete nuevas víctimas que en su día no contaron lo que les había ocurrido. Una de las voces es el Manuel Pizarro, quien, tras años de silencio, decidió finalmente hablar sobre su experiencia y contactó con la asociación. Lamentablemente, Pizarro falleció antes de poder relatar su testimonio completo. "Manuel Pizarro fue una víctima que murió sin reconocimiento, y su historia nos habla de un debe pendiente tanto por parte de las instituciones como de la sociedad", recordó Julen.

Además de la recopilación de testimonios, también se están rescatando objetos históricos relacionados con la masacre, como balas y otros objetos personales de las víctimas. Un ejemplo destacado es la bala extraída de un herido cerca de la cervical. "Es una prueba viva de lo que ocurrió aquel día", dijo Díaz de Argote.

A pesar de los avances en la recopilación de información y el trabajo de las asociaciones, ambos entrevistados coincidieron en que es fundamental que las instituciones se involucren de manera más activa en el proceso. Nerea Martínez subraya la importancia de que el memorial sea un centro dinámico de investigación, que no se quede en una exposición estática. “Queremos que el memorial sea un lugar vivo, un centro de investigación que sea participativo y que todas las partes sociales se sientan representadas”, apunta.

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