El Deportivo Alavés fulmina a Luis García Plaza
El equipo llevaba una racha de 4 puntos de los 27 posibles y, según todos los indicios, será el Chacho Coudet el que se haga cargo del banquillo.
Vitoria-Gasteiz
El Deportivo Alavés y Luis García Plaza separan sus caminos. El técnico madrileño no continuará al frente del banquillo alavesista, cerrando así su etapa como entrenador albiazul tras dirigir al Glorioso en un total de 108 encuentros oficiales y lograr un ascenso de categoría a Primera División en el verano de 2022 y un décimo puesto en LaLiga la pasada temporada. "El Deportivo Alavés quiere expresar su agradecimiento a Luis García Plaza por su trabajo y compromiso durante su etapa como técnico albiazul y le desea el mayor de los éxitos en sus futuros proyectos profesionales y personales", reza la nota oficial.
El conjunto vitoriano comenzó la campaña como un cohete al sumar 10 puntos en las primeras cinco jornadas. Quien más quien menos soñaba con los puestos europeos pero la realidad bajó al suelo a los ilusos. Ahora encadena 4 puntos de los últimos 27 en juego. La guinda fue el pasado sábado en Mendizorroza ante el Leganés, con un empate a 1 y gracias. Sobrevivió al fin de semana pero el club acaba de hacer oficial su sustitución. Tenía contrato hasta junio de 2026 por lo que tendrá que negociar la liquidación. Con él se marcha su equipo de trabajo encabezado por su inseparable Pedro Rostoll. Dejan un gran sabor de boca en Vitoria.
Lo normal es que el club haga oficial en poco tiempo la llegada del Chacho Coudet al banquillo albiazul. Se hará cargo del equipo y comenzará a entrenar mañana mismo. Le espera el partido de Copa ante la Deportiva Minera del jueves a las 21 h. en el campo del Cartagena y luego, el domingo en Pamplona, Osasuna en liga. Parecía que podría ser la bola extra de García Plaza aunque el club ha decidido cortar por lo sano. El entrenador del Alavés se marcha con la cabeza alta pero con poca comunicación con la propiedad. Josean Querejeta no es muy dado a tener contacto con los técnicos que contrata y del madrileño no le gustaba su locuacidad a la hora, por ejemplo, de hablar de las carencias de la plantilla.
El malestar venía de lejos
Desde el día del Rayo Vallecano en Madrid, el entrenador tenía la mosca detrás de la oreja. La primera bola de partido la ganó al eliminar al Compostela en la Copa (en un partido muy plano) y vencer al Mallorca en Mendizorroza. Pero luego llegaron las derrotas en Villarreal, en el Metropolitano y el empate con el Leganés. Corría el minuto 88 y el choque iba 0-1. Un gol de Carlos Vicente dio oxígeno a un técnico que seguía asegurando que el equipo conseguirá el objetivo de la permanencia y que él seguiría en el banquillo. Lo primero está por ver y lo segundo ya será imposible.
Javier Lekuona
Licenciado en Ciencias de la Información por la Complutense de Madrid. En radio, ha trabajado en Radio...