Karmele Etxebarria: “Cuando me pongo la nariz de payasa, me transformo; si no, lloraría al entrar en la habitación”
Algaraklown, la Asociación de Payasas de Hospitales de Gipuzkoa, recibirá este jueves 5 de diciembre el Premio Voluntariado 2024 entregado por la Diputación Foral de Gipuzkoa
Karmele Etxebarria: “Cuando me pongo la nariz de payasa, me transformo; yo lloraría al entrar en la habitación”
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Eibar
Karmele Etxebarria es profesora de música en la escuela Lasalle Isasi de Eibar, pero en su tiempo libre, y en algunos días que le cede el centro, es también payasa de hospital de forma voluntaria. En ‘Hoy por Hoy Eibar’ narra los claroscuros de esta labor y reivindica su papel en la recuperación de pacientes.
“Los payasos profesionales deben de estar incluidos en plantilla como en Murcia, Madrid o Valencia; en el Hospital Donostia lo están los lunes, también los miércoles para quirófanos, pero el resto de día quedan colgando", apunta. En ese sentido señala que los datos revelan que en estas comunidades los datos de recuperación son mejores.
Pese a que reconoce que este premio es un “reconocimiento institucional importante”, que ya recibían por parte de profesionales sanitarios y familias, considera quee s necesario profesionalizar esta labor y que es una tarea de instituciones.
Para ser payasa de hospital, Etxebarria recibió una formación en la que le prepararon psicológicamente y midieron el perfil de su payasa para adecuarla a las circunstancias del paciente, así la prepararon para la escucha:“En un hospital tienes que tener oídos y ojos en todas partes". Aunque paralelamente, dos veces al mes se reunen para seguir formándose.
Alta intensidad
Asegura que se trata de una experiencia “bonita” y recuerda en concreto su trabajo en la unidad de neonatos y neonatas: “Están los bebés en incubadoras y la madre desesperada, pero es tan bonito, porque ves al niño que sonríe o a la madre que se le saltan las lágrimas; son momentos que llevas en el corazón para siempre".
Sin embargo, también se acuerda de momentos que no son tan bonitos y por los que cuentan con terapias psicológicas grupales: “Contamos lo que nos ha pasado como la muerte de un niño, eso hay que hablarlo porque son duelos que te tocan mucho".
Precisamente por esa intensidad y por ver la situación de los y las pacientes con los que tratan asegura que ella no podría hacer esta labor, pero su payasa sí: “Yo como Karmele lloraría al entrar a la habitación pero cuando me pongo la nariz de payasa, me transformo”.
El premio
La ceremonia de entrega del galardón se celebrará el jueves 5 de diciembre a las 18:30 horas en el espacio Gunea del Palacio Foral. Esta es la XXX edición del Premio Voluntariado de Gipuzkoa y así pondrán en valor los 12 años de trayectoria de Algaraklown. Este año, además del reconocimiento simbólico, la asociación galardonada recibirá una aportación económica de 2.500 euros.
