La patronal de la construcción renuncia a los tribunales y apuesta por dialogar con el Ayuntamiento sobre el Plan General de Vitoria

Vitoria-Gasteiz

"Nosotros, por nuestra parte, desde SEA-Uneca pretendemos dialogar, llegar a acuerdos, ceder, lo que no queremos es una discusión política y menos una discusión jurídica, queremos llegar a acuerdos". Son palabras de Carlos Fernández de Nograro, el vicepresidente de SEA-UNECA, la asociación empresarial que reúne a los promotores y constructores de Álava y que es muy crítica con el Plan General de Ordenación Urbana que se aprobará definitivamente el próximo verano. Ese plan incluye la desclasificación de suelos en 24 sectores de la ciudad, algo a lo que se oponen los constructores, especialmente en Elorriaga y Arkaute (sector 18) y en Uleta (sector 17). Pero el Ayuntamiento de Vitoria no ha atendido sus alegaciones y la previsión que mantenga sus planes en la aprobación definitiva prevista para verano.

Desde SEA-Uneca en todo caso anuncian que no van a llevar el Plan General a los tribunales. "Lo descartamos absolutamente", dice Fernández de Nograro. Aunque eso no quiere decir que pueda haber dueños de suelo o promotores que planteen batallas judiciales en sectores concretos, de hecho, en Uleta ya hay una disputa judicial en marcha —de momento la está ganando el Ayuntamiento para impedir que se hagan 294 chalets como quieren los dueños del suelo— y lo previsible es que los propietarios recurran ante el Tribunal Supremo la última sentencia que daba la razón al Ayuntamiento. Pero SEA-Uneca va a apostar por la vía del diálogo.

De hecho, Fernández de Nograro comentaba que ha habido contactos con el concejal de Urbanismo Borja Rodríguez para intentar reunirse con la entrada del nuevo año. Los constructores tienen muy complicado cambiar el Plan General antes de su aprobación en verano pero confían en poder hacerlo después, negociando modificaciones puntuales de ese plan para poder construir en más puntos de la ciudad.

¿Habrá batalla sobre las licencias?

A todo esto, quedaba una ventaba abierta a un nuevo conflicto y es que en esos 25 puntos donde el Ayuntamiento va a desclasificar suelo para viviendas se han suspendido desde hace dos años la tramitación de licencias. Los constructores no pueden pedir licencias. Es una herramienta legal que hay cuando se cambia un plan urbanístico pero el problema es que el Plan General se ha retrasado y en febrero se levanta esa suspensión de licencias y no se puede prorrogar. Es decir, va a haber 5 o 6 meses en los que las licencias no van a estar suspendidas y se pueden iniciar proyectos aunque luego tengan difícil ejecución pero pueden ser motivos de disputas judiciales. En este sentido, SEA-Uneca no va a abrir un nuevo frente con el Ayuntamiento. "Nuestra idea no es pedir ninguna licencia ni torpedear al Ayuntamiento en absoluto", dice Fernández de Nograro.

De nuevo, eso sí, Nograro matiza que no puede hablar en nombre de todos los propietarios y dueños de terrenos en la ciudad, con lo que habrá que esperar a febrero para saber si se abren nuevos conflictos urbanísticos en la ciudad con el Ayuntamiento.

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El vicepresidente de la patronal de la construcción en Álava insistió en la importancia de seguir un proceso de diálogo para que el Plan General de Ordenación Urbana de Vitoria sea lo más equilibrado posible. “Si el Ayuntamiento está dispuesto a escucharnos, podemos llegar a acuerdos que beneficien a todos. Siempre preferimos el consenso a la confrontación”, ha indicado Fernández de Nograro. “Soy un hombre que prefiere la colaboración y el consenso para evitar que el plan se apruebe de manera unilateral, algo que considero perjudicial para todos los actores involucrados en el desarrollo urbanístico de la ciudad".

Carlos Fernández de Nograro indica además que “el proceso de aprobación del plan ha carecido de la colaboración necesaria y ha sido muy marcado por la imposición, lo que podría traer consecuencias negativas a largo plazo. El urbanismo en Vitoria siempre ha sido un ejemplo de consenso y no creo que sea bueno que se haga todo a base de imposiciones".

Vitoria zona tensionado

Vitoria está considerando la posibilidad de declararse zona tensionada, lo que implicaría establecer límites en los precios de los alquileres. Cuestión en la que Carlos Fernández de Nograro defendió la necesidad de “aumentar la oferta de viviendas como la clave para reducir los precios". "Creo que a más viviendas, el precio va a bajar“, a lo que ha sumado que se ”debería dar la posibilidad de habilitar los locales comerciales en plantas bajas de edificios para convertirlos en viviendas, una solución que podría ser implementada en un plazo máximo de seis meses, y haría que los precios de los alquileres empezaran a desinflarse”.

Sin embargo, dejó claro que esta propuesta no es una solución generalizada y debe cumplirse con criterios estrictos de habitabilidad. “No vale todo. Hay que hacerlo bien, sin que nadie viva en condiciones inadecuadas”, advierte Fernández de Nograro.