Maider Eizmendi, investigadora de la UPV: "No podemos permitir que el odio silencie a quienes contribuyen a una sociedad más informada"
La investigadora del grupo Gure, entrevistada en `Hora 14 Euskadi', habla de los ataques de odio que sufren los divulgadores científicos
ENTREVISTA A MAIDER EIZMENDI
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Bilbao
Esta semana se ha presentado un informe realizado por el Science Media Center España en colaboración con el grupo de investigación Gure de la Universidad del País Vasco. El estudio revela que más del 50% de los divulgadores científicos son víctimas de ataques de odio, que incluyen insultos y amenazas de muerte, principalmente a través de redes sociales.
Maider Eizmendi, investigadora del grupo Gure, destaca que las mujeres científicas son las más afectadas: “A las mujeres se nos ataca más cuestionando nuestra capacidad profesional, como si todavía no se nos reconociera plenamente como figuras legitimadas en el ámbito científico. En cambio, los hombres suelen recibir ataques relacionados con su integridad profesional".
En `Hora 14 Euskadi´, Eizmendi ha subrayado la importancia de que las instituciones científicas tomen medidas para proteger a los divulgadores: “Es fundamental que las instituciones analicen su situación y adopten medidas adecuadas. También es crucial valorar la labor que realizan los científicos en los medios y redes sociales, porque estas plataformas no solo generan ataques, sino que también permiten encontrar apoyo”.
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El pasado jueves, en una jornada sobre desinformación y alfabetización mediática organizada por la Cadena SER en Euskadi, se abordó la relación entre los ataques a divulgadores y la proliferación de bulos. Eizmendi ha subrayado que visibilizar este problema es clave: “Hasta ahora conocíamos casos puntuales de ataques, pero este informe nos da cifras que ponen el problema sobre la mesa. Esto es más necesario que nunca, en un momento en que las voces científicas son fundamentales para combatir la desinformación”.
Aunque el panorama es preocupante, Eizmendi insiste en que comunicar ciencia sigue siendo esencial: “Hay que seguir comunicando investigación y saber dónde buscar apoyo. No podemos permitir que el odio silencie a quienes contribuyen a construir una sociedad más informada”.
