Miles de personas abarrotan el Arenal en la edición 75 del Mercado de Santo Tomás
El mercado consta de hasta 234 puestos y más de 120 productores
El 21 de diciembre es un día señalado en la agenda de más de una centena de ganaderos y productores, un día en el que la plaza del Arenal, frente al Teatro Arriaga, se abarrota de gente. Concretamente, son más de 100.000 personas las que cada año acuden al clásico Mercado de Santo Tomás, un día en el que se unen los productos de mayor nivel y tradición vascos, con una fiesta regional que se celebra durante todo el día. Desde la madrugada de este sábado se movían por la plaza coches y furgonetas de productores y poco a poco abrían los puestos, que desde las nueve de la mañana han comenzado a vender sus productos.
Mercado de Santo Tomás en Bilbao
Antes de las diez de la mañana, las primeras filas ya estaban repletas por quienes compraban algo de pan, queso de cabra, pastel vasco, piparras o txakoli, entre otros. Las planchas de los puestos de talo echaban humo y la gente desayunaba de pie. Algunos un menú más clásico, café y rosquilla o pastel vasco, otros un desayuno propio del primer día del invierno -que, de hecho, se ha presentado muy frío-, un talo con chorizo, txistorra o panceta. O todo junto, por qué no. Entre todos, suman 234 puestos que esperan hoy vender "todo, a ser posible". Esperan un "día intenso", "abarrotado", ya que hacía tiempo que esta festividad no coincidía con un sábado. "Este año no hay excusa para faltar", han dicho algunas de las personas que regentan los puestos de la fería.
En los puestos de talo, mientras pegan a la masa, también esperan venderlo todo: "Hemos traído unos 60 kilos de harina". Ha dado inicio así, por tanto, la feria que podría calificarse como el descorche de la navidad, pues los colegios ya cierran, algunas personas, afortunadas, disfrutan de unos días de vacaciones y, en tres días, amanecerá el día de Navidad con la visita de Olentzero de madrugada. La meteorología, además, ha perdonado. Día frío con 13 grados de máxima en la villa, pero sin lluvia. Buena receta para disfrutar de un día que se espera que supere con creces la cifra de 100.000 personas.