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Vuelta a las andadas cuando menos se esperaba: el análisis del borrón con el que la Real cierra el 2024

El equipo txuri-urdin cerró el año en Balaídos con su peor partido de la temporada contra el Celta. En el año natural los de Imanol son séptimos a pesar de su irregularidad.

El análisis de la derrota en Vigo: vuelta a las andadas cuando nadie lo esperaba.

San Sebastián

Nadie lo vio vio venir, porque nadie lo esperaba. Llevaba la Real Sociedad seis partidos seguidos sin perder y sin recibir un sólo gol, y llegaba a Balaídos en su mejor momento de la temporada. Atrás habían quedado las duras dudas iniciales, y hasta el mazazo de la derrota en San Mamés en el derbi vasco. El equipo txuri-urdin estaba con la moral por las nubes y con mucha confianza. Así que el golpe que se llevó contra el Celta de Vigo fue indudablemente más complicado de digerir. Volvió a las andadas cuando nadie pensaba que podría pasar para cerrar de esa manera un 2024 marcado por su irregularidad, tanto en la segunda parte de la campaña pasada como en la primera mitad del presente ejercicio.

Los de Imanol Alguacil volvió a tener dudas en su juego, volvieron a perder todos los duelos y se olvidaron de competir. Todo lo que parecía que habían enterrado apareció de golpe y porrazo en un sólo partido, el último del año. No puede servir de excusa las ausencias de última hora por lesión de Martín Zubimendi y Nayef Aguerd. O la suplencia incomprensible de Takefusa Kubo. Supuestamente, en la plantilla hay elementos suficientes y con la suficiente calidad como para ocupar sus puestos y que sus bajas se noten lo menos posible. Quedó en evidencia que no. Que Imanol había dado con la tecla y que cuando tuvo que tocarla por obligaciones del guion, esta Real se deshizo como un azucarillo. Queda trabajo por delante para hacer más sólido este proyecto. Está bastante claro.

Y volvió a quedar patente que lo que dijo en su día Imanol sobre la bisoñez y la juventud de esta plantilla no era una pose para desviar la atención de su trabajo. “En dos años se verá de verdad la calidad de este grupo de jugadores”, sentenció. Lo decía por cosas como las de Balaídos. Porque en cuanto el rival empezó a superarle, la plantilla realista se vio superada por la situación y no fue capaz de darle la vuelta. Un grupo joven de jugadores, que tienen mucho camino que recorrer y muchos golpes que recibir. Un equipo todavía inmaduro. Capaz de lo mejor, pero también de lo peor. El peaje por apostar por jugadores de un perfil joven, preparados para competir en el presente, pero llamados a brillar en el futuro. Y hasta que eso llegue, ocurren accidentes como el de Balaidos. El problema es que no lo vio venir nadie. Y por eso el golpetazo parece más fuerte.

No obstante, lo ocurrido en Vigo no es sino la consecuencia de lo que le lleva pasando toda la temporada, una irregularidad que le ha llevado a llegar al final del 2024 en séptima posición. Curiosamente, el puesto que ocupa si hacemos una clasificación liguera exclusivamente con los partidos jugados en este año natural. Es decir, puesto de Conference League. O lo que es lo mismo, sigue en Europa. No con el premio más suculento, pero ¿Qué esperas con esa irregularidad de resultados? A pesar de ello, la Real es séptima. Mucho premio parece. 54 puntos ha sumado en este 2024, o lo que es lo mismo 18 victorias. Y ha marcado 38 para recibir 34. Parece claro que el problema es en ataque. Porque esta lejos de los números de los equipos que están más arriba. Pero en el apartado defensivo sólo Real Madrid, Atlético y Athletic han encajado menos. Los datos, como el algodón, nunca engañan. Y reflejan que la Real sigue instalada con los mejores, pero al mismo tiempo le obligan a mejorar mucho si quieren volver a clasificarse para Europa peleando por objetivos más ambiciosos. Lo ocurrido en Vigo es un serio toque de atención.

Roberto Ramajo

Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas....